El frente No. 16 se ha disipado en el golfo de México, dejando de afectar al territorio nacional
Foto: AFP | DESASTRE. La situación de emergencia en Cuba, agravada por la crisis, refleja la vulnerabilidad del país ante fenómenos naturales y la falta de recursos  

El huracán Rafael tocó tierra como un potente ciclón categoría 3 en Cuba, lo que desató un nuevo caos en la isla, que aún no se recupera del paso de la mortal tormenta Oscar. Con vientos de hasta 185 kilómetros por hora, Rafael llegó a la provincia de Artemisa, ubicada al oeste de la isla, en medio de un apagón generalizado.

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La Unión Eléctrica estatal informó que el sistema eléctrico nacional se vio nuevamente afectado por los fuertes vientos, provocando cortes de energía en todo el país.

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) emitió alertas por marejadas ciclónicas mortales, vientos y fuertes lluvias que amenazan con inundaciones en el oeste de Cuba.

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En la localidad de Candelaria, cerca del punto de entrada del huracán, los vientos sacudían las copas de los árboles mientras torrenciales lluvias azotaban la zona. “Fuertes vientos provocados por Rafael provocaron la desconexión del sistema eléctrico nacional”, señaló la Unión Eléctrica en X.

A pesar de los esfuerzos por contener los efectos del ciclón, la situación es crítica. En La Habana, de dos millones de habitantes, los comercios cerraron y las calles se vaciaron ante la inminente llegada del huracán.

Los cortes de electricidad impidieron a muchos ciudadanos acceder a las noticias, como fue el caso de Liset Herrera, residente en Alquizar, quien lamentaba no poder informarse sobre el avance de Rafael.

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Miles de personas fueron evacuadas en las provincias de Artemisa y Pinar del Río, las más afectadas, y el gobierno cubano suspendió las operaciones aéreas en el occidente del país, incluyendo los aeropuertos de La Habana y Varadero. La interrupción del transporte público también fue una medida preventiva en varias ciudades.

El paso de Rafael se produce sólo dos semanas después del devastador huracán Oscar, que dejó ocho muertos y una serie de problemas relacionados con la escasez de combustible y fallas en las plantas termoeléctricas.

La situación de la isla se agrava en el contexto de la peor crisis económica en tres décadas, marcada por apagones, inflación y escasez de recursos.