Unos son morenistas.

 

En su oportunidad se acercaron a Andrés Manuel López Obrador, se dejaron seducir y como premio recibieron embajadas.

 

Con ellos no habrá problema de reubicación.

 

La angustia es de quienes, por convicción o conveniencia, facilitaron el triunfo morenista y entregaron sus estados a cambio de cargos.

 

No han recibido promesas de permanencia en su actual legación o a otra a pesar de sus esfuerzos por mantenerse dentro del erario.

 

Porque, dice la vieja filosofía del político mexicano, “vivir fuera del presupuesto es un error” y es pérdida de poder y de imagen política.

 

Si no, no habría tanto tránsfuga.

 

De nada han servido sus intentos por obtener una respuesta del secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, y menos de ser recibidos por la presidenta Claudia Sheinbaum.

 

Ellos están ocupados en otras tareas: los cambios dejados a medio avance por López Obrador, echar a andar la nueva administración, prever la volatilidad de los mercados, preparar la estrategia para tratar con el electo Donald Trump

 

SEGUROS E INSEGUROS

 

No todos son Esteban Moctezuma.

 

El exsecretario de Gobernación (PRI) y de Educación Pública (Morena) sí ha tenido la deferencia de ser ratificado desde septiembre pasado.

 

Amigo personal de Juan Ramón de la Fuente y cercano a Claudia Sheinbaum, recibió la confirmación en plena campaña estadounidense con un tú te quedas gane quien gane, Kamala Harris o Donald Trump.

 

Lector de todas las señales, lo entendió: su cargo de embajador en Washington está garantizado hasta la toma de posesión del magnate y luego se verá.

 

Mientras enlaza administraciones y encamina negociaciones del T-MEC.

 

Otro al que le pidieron tranquilidad, con las mismas encomiendas, fue al quintanarroense Carlos Joaquín, representante de México ante el gobierno de Ottawa y a quien el lopezobradorismo le había prometido una senaduría.

 

Otros están en ascuas porque les ha gustado la experiencia exterior: Quirino Ordaz, un hombre feliz en España; Omar Fayad, enamorado de Noruega; Claudia Pavlovich, cónsul en Barcelona…

 

A quien no se le ve futuro es a Carlos Miguel Ayza, sucesor de Alejandro Moreno en Campeche y quien se fue a República Dominicana, una vez entregada la gubernatura a Layda Sansores.

 

Y EL SUPERSECRETARIO

 

1.- Tardaron las negociaciones, pero están por cristalizar.

 

Como lo leyó usted aquí el 20 de septiembre, Omar García Harfuch está a vísperas de convertirse en un titular superpoderoso en la administración de Claudia Sheinbaum.

 

“El designado secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana da pasos encaminados a tomar el control pleno en seguridad”, asenté en la columna Harfuch y Cárdenas serán los pilares de Sheinbaum.

 

Está en marcha lo adelantado: asumiría tareas de investigación plena, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y la Guardia Nacional a pesar de estar en manos de militares.

 

El coordinador Adán Augusto López no debe tener dificultades para avanzar la iniciativa en el Senado de la República.

 

Y 2.- Como jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, a Lázaro Cárdenas Batel no es necesario hacerle reformas constitucionales para conocer su poder e influencia.

 

Si acaso alguna reforma a las leyes de administración pública para precisar funciones porque cuenta con la confianza absoluta de Claudia Sheinbaum y él responde.

 

     @urenajose1

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