En la CDMX y en todo el país la ciudadanía sabe de la enorme cantidad de tentativas delincuenciales o delitos consumados de los cuales la autoridad formalmente carece de información.

Se sabe en territorio, aunque se desconozca en escritorio. Hablamos aquí de los delitos desvinculados de carpetas de investigación y por lo tanto inexistentes en el mapa de victimización.

En el Inegi existe algún acercamiento a los mismos, si acaso, así como en los datos del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la CDMX o en los contenidos en el C5 a partir de llamadas al 911 o al 089 y, quizá, ante el mecanismo de contacto de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y en instancias privadas o sociales y civiles se conocen contornos del fenómeno.

LA CIFRA NEGRA

Destacan entre los delitos menos conocidos institucionalmente la violencia familiar, ciberdelitos, fraude y extorsión, así como las violencias combinadas y convergentes asociadas a los cárteles entre otros organismos delictivos. Frente a todos los índices de mejora presentados ante la opinión pública en la pasada administración, especialmente los de carácter patrimonial, hay un gigantesco desafío bifurcado: prevenir aquello respecto de lo cual se omite conocimiento o se carece de información y castigarlo para con ello disminuir la impunidad.

Muchas víctimas no denuncian. Por temor, evaluación del costo beneficio en términos de tiempo y en gasto para reconquistar justicia cuando los daños patrimoniales, por ejemplo, como ocurre con fraude o extorsión, son menores a 10 mil pesos en 80 por ciento de los casos.

Disminuir e invadir la cifra negra es fundamental para enfrentar la impunidad de la operación delincuencial.

De acuerdo con Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública del Inegi, alrededor del 93 por ciento de los delitos no se denuncian, lo cual genera una radiografía fragmentada y dificulta la formulación de políticas públicas precisas y efectivas sobre seguridad. O posibilita la evasión de las precisiones programáticas respectivas.

Fortalecer la confianza ciudadana es fundamental. El mismo estudio muestra, por ejemplo, la recuperación de 29 puntos porcentuales en el respaldo de la Ciudad de México respecto de las autoridades ministeriales en comparación con 2012, cuando se registró el punto más bajo con 16.3 por ciento. Y falta muchísimo por avanzar.

Con la idea de contribuir a la seguridad, la justicia y especialmente a la mejora de la vida cotidiana fue creada la Línea contra la Extorsión, 55 5036-3301, a partir de la instrucción de la jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada. Es un instrumento de atención y orientación del C5 ante uno de los delitos de mayor impacto en México y América Latina, así como una oportunidad para reducir la cifra negra.

Avanzar en el conocimiento corre paralelo de combatir la impunidad. Ese progreso es imposible sin la coincidencia de expectativas y acciones ciudadanas y gubernamentales.

 

       @guerrerochipres