El tránsito no tan intenso del Viaducto Miguel Alemán de la Ciudad de México daba indicios de que el renovado Estadio GNP Seguros no se llevaría a su máxima capacidad para disfrutar el primero de los dos conciertos que Paul McCartney ofrecería como parte de su Got Back Tour.
Aún así, los miles de asistentes se divertían haciendo la muy mexicana ola antes de que el músico saliera al escenario.
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No pasó mucho tiempo antes de que se escucharan los primeros acordes de “Can’t buy my love”.
“Hola México. Que onda, chilangos”, dijo Sir Paul en un perfecto español, lo que fue muy bien recibido por los más de 57 mil asistentes, para después entonar “Letting Go”.
Esta noche voy a tratar de hablar un poquito de español y mucho inglés.
“Está padre estar aquí de nuevo, padrísimo”, dijo para luego darle la espalda al respetable y cantar “Drive my Car”.
Por lo menos cada dos canciones el exBeatle interactuaba con los asistentes, ya fuera en su idioma natal o en español, cosa de aplaudirle, ya que antes de cada presentación le dedica un par de horas a prepararse para por lo menos decir algunas palabras en el idioma del país al que vaya con su tour y, en esta ocasión, tocó el español.
En algún momento de la noche el público empezó a corear el famoso “ olé olé olé, Sir Paul, Sir Paul”, lo que él musicalizó con su guitarra antes de interpretar “Let me Roll It”.
Unos segundos después, en el cielo, al lado derecho del escenario volaron cientos de drones que formaron diversas figuras mientras él seguía cantando.
“Esta canción la escribí para mi maravillosa esposa Nancy. Ella está entre ustedes esta noche”. Y así, con su piano, interpretó “My Valentine”’.
Poco después interpretó “la primera canción que grabamos los Beatles”, acto seguido sonó “I’ve Just See a Face”.
En este concierto compuesto por más de 30 temas, “Obla di Obla da”, no podía faltar, así como “Get Back”. “Let it be” generó un gran aplauso por parte del público, mientras que la pirotecnia y el láser le dieron a “Live and Let Die” ese toque explosivo al tema y a la noche misma. No pasó mucho tiempo y los músicos se retiraron del escenario un momento pero regresaron para el encore.
Acto seguido Paul y dos de sus músico entraron de nueva cuenta ondeando las banderas de México, Inglaterra y la de la comunidad LGBTQ+. Y, gracias a la tecnología, Paul volvió a compartir con John Lennon el escenario.
Fueron cinco temas más los que Paul cantó antes de despedirse del público mexicano agradeciendo con los brazos abiertos, una reverencia, mucho confeti y pirotecnia.
La noche estuvo llena de aplausos, gritos de aprobación y uno que otro comentario de la gente que decía: “Todavía está cabrón ese güey”.
Y la verdad es que Paul McCartney, a sus 82 años, sigue dando un gran espectáculo.
Aunque hace apenas un año estuvo en México, los mexicanos no dejan de abarrotar los conciertos del músico inglés, que el jueves estará de nuevo con su banda en el Estadio GNP, como parte del Got Back Tour; mismo sitio al que regresará el domingo una vez más pero ahora para cerrar con broche de oro el Festival Corona Capital.