A pesar de haber sido la peor evaluada, de haber presentado una carta falsa y de los argumentos en contra de la oposición y de organizaciones civiles, Rosario Piedra Ibarra se perfilaba, la noche de ayer, para ser reelecta como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Como hace cinco años, Piedra Ibarra causó polémica y división, pero ahora al interior del oficialismo en el Senado, toda vez que, hasta la mañana de ayer, al menos la mitad de los senadores de Morena, PT y PVEM no estaban de acuerdo en mantener a la actual titular en el cargo.
Sin embargo, la operación política realizada por el coordinador de los senadores de Morena, Adán Augusto López, obligó hasta a aquellos que se manifestaron en contra de la elección a votar a favor. De acuerdo con senadores del oficialismo consultados por 24 HORAS, su coordinador les informó, después de que recibieran a Piedra Ibarra en su reunión previa, que al no tener la garantía del voto de todos a favor de la actual ombudsperson, les entregarían las boletas ya marcadas.
Por ello, al iniciar la discusión del dictamen para la elección de la titular de la CNDH, de entre la terna integrada por Paulina Hernández Diz, Ma. Del Rosario Piedra Ibarra y Nashieli Ramírez Hernández; la oposición pidió al presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández, garantizar la libertad y secrecía del voto.
El senador panista, Ricardo Anaya, propuso que la Mesa Directiva garantizara que las boletas no estaban marcadas y menos foliadas, y que los integrantes de la Mesa Directiva firmaran las boletas, como ocurre en elecciones constitucionales, lo que sí se hizo, entre otras peticiones.
“Hay un secretario de Servicios Parlamentarios que fue electo por unanimidad de este pleno, hay secretarias de los diversos grupos parlamentarios, aquí está la del PRI, que yo me imagino que va a estar muy vigilante, más allá de agredir a compañeras que estén cuidando la integridad del presidente de la Mesa, pues va a estar vigilante y que la boleta se entregue públicamente y que se muestre que las boletas no están cruzadas”, dijo el coordinador de los senadores de Morena, Adán Augusto López, y presumió que ganarían la elección con 87 votos.
Al fundamentar el dictamen, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Reyna Celeste Asencio salió al paso por las críticas recibidas ante la carta falsa entregada por Rosario Piedra a la Comisión de Derechos Humanos, de un presunto apoyo del Obispo Emérito de Saltillo, Raúl Vera, que resultó falso.
“Por cierto, hago mención que se ha estado circulando una carta presuntamente falsa, por lo que es necesario hacer la aclaración de que no formó parte del proceso, toda vez que se hizo llegar con fecha posterior”
Mientras que el presidente de la Comisión de Justicia, Javier Corral, quien se pronunció abiertamente en contra de la reelección, no subió a fundamentar el dictamen, como le correspondía.
En la discusión del dictamen, el senador del PAN, Ricardo Anaya, recordó que de las 3 mil 500 quejas en contra de la Guardia Nacional y la Sedena, en el 99% de los casos, Piedra Ibarra “se puso del lado del poder y le dio la espalda a las víctimas”.
Mientras que la senadora de Movimiento Ciudadano, Alejandra Barrales recordó que Piedra Ibarra fue la peor evaluada de los más de 40 participantes, por lo que lamentó que se hayan dejado fuera a perfiles más preparados.
Al cierre de esta edición se perfilaba la reelección de Rosario Piedra Ibarra al frente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.