Dos han sido las carteras federales que comenzaron a marcar una diferencia entre el Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum con su antecesor, Andrés Manuel López Obrador: el regreso de México a la escena internacional, con la participación de la jefa del Ejecutivo en la Cumbre del G20 en Brasil, y el manejo que se le ha dado al grave problema de la inseguridad.
Ayer, después de haber presentado una valiente propuesta para que las principales economías del mundo destinen el uno por ciento del gasto militar, que equivaldría a cerca de 24 mil millones de dólares al año, para apoyar a la reforestación de una buena parte del planeta, y al mismo tiempo apoyar a seis millones de sembradores, la presidenta Sheinbaum sostuvo una serie de encuentros con los principales líderes mundiales.
Lo mismo, se reunió con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con quien habló sobre la migración y la seguridad; que con sus homólogos de Francia, Emmanuel Macron y de Brasil, Luiz Inácio da Silva; pero también con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau y de la India, Narendra Modi, entre otros.
Y en el tema de seguridad, el segundo piso de la Cuarta Transformación también le ha puesto un sello particular, pues ha dejado atrás la política de abrazos no balazos y, a través de inteligencia, ha asestado duros golpes a los diferentes grupos del crimen organizado que operan a lo largo y ancho de nuestro país.
Tal parece que la nueva estrategia, impulsada por el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, ha comenzado a rendir frutos, pues solamente durante la semana pasada se llevaron a cabo varios operativos conjuntos entre la Marina, el Ejército, la Guardia Nacional y la propia SSPC, en los que se logró la detención de casi 40 individuos, que están catalogados como importantes generadores de violencia.
Entre otros, destaca la aprehensión del jefe de seguridad de Los Chapitos, Omar N, quien es conocido como El Pelón; de Ismael N, alias El Buchanas, quien es señalado como autor intelectual de la masacre en el bar Bling Bling, de Cuautitlán Izcalli; así como de Vicente Gerardo N la Garza, jefe de plaza de Los Ardillos en el estado de Guerrero, y de Itania Noemí, La Güera, operadora del Cártel de Sinaloa.
El común denominador en la detención de estos sujetos fue la precisión con la que se llevaron a cabo, pues lo que predominó fue la “inteligencia y no la violencia” por lo que en ningún momento se puso en riesgo a la ciudadanía.
Dos ejemplos de cómo la nueva administración está tomando una sana distancia de la anterior.
ACAPULCO ESTÁ DE VUELTA
Aunque aún falta mucho por hacer, durante este fin de semana largo la ocupación hotelera en Acapulco fue superior al 80 por ciento, con más de 60 mil visitantes, lo que dejó una derrama económica de más de 420 millones de pesos.
Tal parece que, poco a poco, el puerto se está volviendo a posicionar como uno de los centros vacacionales favoritos para el turismo.
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@JuanMDeAnda