Fue la misma Ariel Anna Terrazas, quien lideró un equipo encargado de diseñar y fabricar más de 5 mil prendas. 
Foto: Especial | Fue la misma Ariel Anna Terrazas, quien lideró un equipo encargado de diseñar y fabricar más de 5 mil prendas.   

Por muchos millones que se inviertan en una gran producción protagonizada por las estrellas más bellas del mundo, éstas no lucirían en su máximo esplendor sin un vestuario ad hoc, sin importar el sitio ni la época en la que se sitúen, y de ello no está exenta la ópera prima de Rodrigo Prieto, Pedro Páramo.

Esta película de Netflix echó mano de jóvenes artesanos de distintas regiones del país para la realización de las prendas que lucieron desde los más de 2 mil extras hasta la figura principal de la obra basada en la novela de Juan Rulfo.

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En entrevista con este medio, Pedro e Ignacio Netzahualcóyotl Nava, cuarta generación de una familia que teje sarapes desde hace 120 años en Contla, Tlaxcala, participaron en la creación de los sarapes de los actores principales y de los extras de la película que es la segunda adaptación al cine de esta obra.

“Todas ellas fueron tejidas por mi hermano Pit y estamos muy orgullosos, muy satisfechos de toda la aceptación”, dijo Ignacio, a lo que Pedro –o Pit como le llama la familia–, que este fue un gran resultado y que nos tiene súper satisfechos con todo lo logrado, gracias a sus consejos, pero también regaños y jalones de oreja”.

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Los hermanos están convencidos que con esta participación en la cinta de Prieto, pone a los textiles de México en la mira del mundo.

“Aunque Pedro Páramo es uno de mis libros favoritos, lo he leído mil veces, no sabía de lo que se trataba esta colaboración, así que partimos de cero, porque esta historia se ubica en la época revolucionaria y no hay mucho registro de la vestimenta que se utilizaba en ese entonces”, agregó Pit.

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Pero más allá de los reflectores que obtuvo el taller comunitario Netzahualcóyotl Arte Textil gracias a esta súper producción, para estos jóvenes tejedores, “lo importante es que da una apertura para los demás compañeros artesanos y se den cuenta de que hay un mundo de posibilidades.

“Hay películas donde se utilizan textiles, vestimenta tradicional; sin embargo, no se había dado una proyección tan directa como lo hace Pedro Páramo, película que creo que pone a los artesanos a nivel de vestuario al mismo nivel que los de Hollywood”, finalizó Ignacio.