Nunca pensó su Doctor Patán hasta dónde podía llegar la herencia bendita del Ex Quinto Presidente Más Popular del Mundo (EQPMPDM). Me refiero, en este caso, a la reforma al Poder Judicial, que abre unas posibilidades maravillosas. De entrada, y aunque habrá de todo, incluido tal vez algún machuchón que logre colarse, tipo Roberto Gil, hace muchísima ilusión encontrarse un aparato judicial lleno de Lenias.
¿Se imaginan? Careo con la jueza, y: “Chale, ira, ¿por qué te andas chingando el varo de la banda, perro? ¿No tienes pinches pensión de Jóvenes Construyendo el Futuro?” Bien ahí. Su Doctor no ve la hora. Un lenguaje llano, más Cúspide, más Humanitas, para involucrar al pueblo en los procesos judiciales, no como ahora, que todo es una jerga leguleya, incomprensible, elitista.
Me emociona también que pueden llegar unos cuadros maravillosos a la Suprema Corte. O sea, espero que se queden la propia Lenia, con sus viajes en Metrobús, y también mi Yasmín, obvio, pero lo que se viene perfilando es gente con antecedentes que de gobernador, que de diputado, que de comentócrata a mayor gloria de la 4T, que me parece que le van a traer a este país una cuota muy necesaria de mezcla de enojo social forjado en las barricadas de Chapingo y oficio priista del de antes, pero reconvertido moralmente por el humanismo mexicano.
¿Se acuerdan del look del compa que se puso a mentar madres en el consulado en Shanghai, con las chanclas con calcetín y la t-shirt con lamparones de –es un suponer– la birria que se llevó congelada de México, por aquello del síndrome del jamaicón? Pues la cosa estará entre eso y trajes onda los políticos de Los Polivoces. Bien ahí, de nuevo. Hay que identificarse con las bases. Al pueblo hablarle en pueblo.
Pero lo que más me emociona es que el compañero Noroña ya está impulsando la cuota de género en la elección judicial del año que viene, porque, parece, de momento la cosa está muy testosterónica: de los tampoco muchos que se han apuntado, apenas 30 por ciento, así nos hizo saber, son mujeres.
Por eso llamó a las mujeres a participar con una imagen muy afortunada: sean, les dijo, “Benitas Juárez”. Bueno, esa es la parte más emocionante: la promesa de futuro, que es con lo que está cargada esa arma que es la poesía. Su Doctor se los firma. En no muchos años, un heredero del EQPMPDM levantará la voz y dirá que a la Benita Mussolini del siglo XXI le pusieron así por una jueza mexicana. Sí, juezA, con A de que llegaron todAs, y no solo el 30 por ciento de ellas.
@juliopatan09