Buscan un cambio de paradigma.

 

Dignificar la política diplomática, dicen en Palacio Nacional y en la torre de Paseo de la Reforma.

 

Difícil aplicación, porque el propósito es recurrir menos a políticos con carrera en la administración pública y utilizar más a personal profesional de las relaciones con el mundo.

 

Va la información:

 

Tradicionalmente, el cuerpo de representantes de México en el extranjero -embajadores, cónsules, representantes comerciales- se ha compuesto, en promedio, 70 por ciento de personal de carrera y el resto de designaciones de conveniencia.

 

Ha sido la historia con el PRI, con el PAN, con Morena…

 

Inclusive cuando no había oposición, como cuando José López Portillo mandó a Gustavo Díaz Ordaz de embajador a España y a Luis Echeverría Álvarez a las islas Fidji.

 

Políticos en desgracia, opositores cooptados, adversarios del presidente, mal recomendados o vetados desde la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), contrincantes incómodos…

 

Cada principio de sexenio es lo mismo y hoy tiene vigencia porque no es lo mismo depender de Marcelo Ebrard Casaubón y Andrés Manuel López Obrador -o de sus antecesores- a subordinarse a Juan Ramón de la Fuente y a Claudia Sheinbaum.

 

DIPLOMÁTICOS DE CARRERA

 

El primer signo se percibe en el Instituto Matías Romero.

 

Tradicional formador de diplomáticos de carrera, en los sexenios pasados fue devaluado a un órgano presencial y por ahora encomendado al histórico Juan José Bremer.

 

Imposible ser juez para calificar, pero es uno de los personajes más acabados como intérprete de la tradición mexicana en cuanto a la política de no intervención.

 

Ahora el tema es de Juan Ramón de la Fuente.

 

No tiene la estructura interna -ni administrativa en

la cancillería ni en ascendencia con el cuerpo internacional- para determinar cómo manejar el trato con los demás gobiernos.

 

Para colmo, tras varios señalamientos perdió a su principal personero en Estados Unidos cuando Jorge Islas López debió renunciar al consulado en Nueva York y como coordinador general en Estados Unidos.

 

Posición Clave, porque ahí está la mayor responsabilidad del gobierno de mexicanos en el extranjero y, como dijo Claudia Sheinbaum, héroes por la gran cantidad de dólares enviados a México, más de 60 mil millones anuales.

 

Pero dejemos este tema por ahora a ver qué rumbos toca la administración morenista de Sheinbaum en víspera de la llegada de Donald Trump y la amenaza ratificada ayer de gravar con 25 por ciento las ventas nacionales a ese país.

 

PACO IGNACIO EN COLOMBIA

 

1.- ¿Qué hacía el fin de semana en Colombia el director del Fondo de Cultura Económica, el activista cuatrero Paco Ignacio Taibo II?

 

¡Ah, caray!

 

Pues internacionaliza al FCE y fue a inaugurar una sucursal del organismo, cuya función no trasciende en el país porque no culturaliza, pero sí hace lo contrario.

 

-¡Ya se las metimos doblada! -dijo a principios del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, cuando sin tener derecho legal a su nominación fue ratificado por el Congreso de la Unión.

 

Así marcha -¿marcha?- este país.

 

Y 2.- Oscar Cantón Zetina rebosa alegría.

 

Como presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales del Senado presume la aprobación de reformas para proteger a los animales.

 

Esto incluye, obvio, tortura y maltrato, pero también la exhibición de animales silvestres en espectáculos con fines de lucro.

 

     @urenajose1

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