El Doctor Patán leyó con admiración la propuesta de don Pedro, puntal de la izquierda mexicana: hay que “regular”, dijo, las propinas, iniciativa que incluye, añadió, lo mismo al mesero que al “viene viene”. Va una aclaración: no me queda claro, porque don Pedro no abundó, cómo será lo de “regular”. Sé, sin embargo, por mi ya larga experiencia con la política, que estamos ante un verbo medio ambiguo, muy de la política mexicana, que con frecuencia es un eufemismo para “cobrarles a estos cabrones”. De ahí mi admiración.

A lo que me suena es a que hay que ampliar la recaudación porque el Ex Quinto Presidente Más Popular del Mundo dejó las arcas vacías, en su afán de ayudar a los pobres, y el agudo líder sindical y legislador de nuestro movimiento parece haber hecho una aportación muy promisoria con lo de los “viene viene”.

¿Que no será fácil de ejecutar? Pues no. Pero nuestro movimiento se distingue por su capacidad operativa y de movilización. Imagino, o mejor, si prefieren decirlo así, propongo que usemos a los Servidores de la Nación como policía fiscal-órgano de recaudación “undercover”. Veo una escena como esta. El Vidrio, como llamaban –por razones que desconozco pero imagino– al franelero que le cobraba 20 pesos aquí su Doctor por estacionar en la zona de Chimalistac, logra sacarle 50 pesos a la señora de la Audi y se los embolsa rápidamente, con el músculo de la apetencia puesto en un Tonayán. Ok.

Antes de que se lance al Oxxo, un servidor, con su chaleco 100 por ciento Morena, sale de entre las plantas del camellón y le recauda, digamos, un 15 por ciento, que irá así, en cash, a engordar las arcas del movimiento, listo para redistribuir el dinero vía programas sociales y obras a cargo del Ejército para impulsar el desarrollo regional.

Lo mismo, sobra decirlo, vale para el que sirve los tacos en el puesto de suadero y longaniza, para el mesero de Polanco que se gana 2 mil pesos, porque ese día agarró de buenas al cliente dedicado al narco, para la señora de las doraditas en el AIFA y, ya lejos del ámbito de las propinas, pero sin duda en la de la “irregularidad”, para los del tianguis de ropa en pacas que se extendieron frente a Bellas Artes.

A mí, no sé a ustedes, iniciativas como ésta, muestra del ingenio del mexicano, me dan, aparte de la admiración referida en la primera línea, tranquilidad. ¿Que Trump nos llena de aranceles y revienta el T-MEC? No pasa nada. La creatividad fiscal del morenismo nos mantendrá como un país próspero y, a la vez, más justo. La Cuarta va.

 

      @juliopatan09