El Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, liderado por el investigador Luis Zambrano González, lanzó una ambiciosa campaña para salvar al axolote (Ambystoma mexicanum), una especie endémica y emblemática de México, en grave peligro de extinción.
Este proyecto busca recaudar 600 millones de pesos con el objetivo de restaurar su hábitat natural en los canales de Xochimilco.
A través de la iniciativa AdoptaAxolotl, la tercera edición de este programa invita al público a adoptar simbólicamente un axolote de manera virtual, fomentar la conciencia ambiental y recaudar fondos para investigaciones científicas, proyectos de restauración y actividades de mantenimiento del ecosistema.
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Este esfuerzo colectivo reúne a científicos, agricultores, empresarios y organizaciones como Fundación UNAM, quienes se han sumado al llamado para preservar el futuro de este anfibio único.
Para enfrentar los retos del deterioro ambiental en Xochimilco, como la urbanización, la contaminación y la introducción de especies exóticas, el proyecto apuesta por el modelo “chinampa-refugio”. Un sistema que permite crear espacios controlados en las chinampas tradicionales donde el axolote pueda vivir y reproducirse de manera segura.
Hasta el momento, se han rehabilitado 36 chinampas-refugio que abarcan más de 5.5 kilómetros lineales de canales. Este trabajo beneficia directamente a más de 200 personas y a más de 900 de manera indirecta, y de esta forma demostrar el impacto positivo de la iniciativa tanto en la biodiversidad como en las comunidades locales.
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Durante las dos primeras fases de la campaña AdoptaAxolotl, se lograron recaudar fondos suficientes para rehabilitar hábitats y realizar actividades de sensibilización. En esta nueva etapa, se espera duplicar los logros previos, con el apoyo de donantes y empresas que contribuirán con recursos financieros y promoción del proyecto.
En palabras de Zambrano, “resarcir el daño a Xochimilco es rescatar no solo al axolote, sino también una parte crucial del patrimonio ambiental y cultural de México”.
La colecta también está respaldada por la venta de productos agrícolas sostenibles cultivados en las chinampas, como hortalizas frescas y peces nativos.
El éxito de este proyecto depende de la colaboración entre ciudadanos, académicos y el sector privado. Las donaciones al proyecto son deducibles de impuestos, y los adoptantes reciben certificados digitales como reconocimiento de su apoyo.
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Además, se busca atraer a restaurantes y comercios locales para que integren la causa a sus operaciones diarias.
El futuro del axolote y de Xochimilco está en nuestras manos. Esta campaña es una oportunidad para rescatar una especie emblemática y proteger un ecosistema que forma parte del legado cultural, natural e histórico de México.