Trump amenaza con "desatar el infierno" en Medio Oriente si Hamás no libera rehenes
Foto: AFP | Hit. Desde 2020, el uso del éxito de Village People por parte del empresario neoyorquino generó controversia. A pesar de las tensiones, la exposición dio lugar a un resurgimiento comercial y cultural del tema.  

El emblemático tema “YMCA” de Village People, un verdadero ícono de la música de los años 70, experimentó una revitalización más de cuatro décadas después de su lanzamiento. Esta nueva popularidad se vio impulsada por su frecuente uso por parte del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.

Desde 2020, el magnate convirtió la canción en el cierre emblemático de sus eventos de campaña, acompañándola con un peculiar baile que se viralizó rápidamente. El llamado “Trump Dance”.

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Este año, el interés por la canción explotó en plataformas digitales. Google Trends registró un pico histórico en las búsquedas del tema, mientras que encabezó por primera vez la lista de ventas de Billboard, lo que consolidó su inesperado renacimiento.

Victor Willis, coautor de la canción, celebró el regreso al número uno, pese a las relaciones intermitentes entre la banda y el republicano. En 2020, Willis solicitó sin éxito que el expresidente dejara de usar el tema, pero con el tiempo reconoció que la exposición trajo beneficios.

Originalmente, el hit celebraba la Asociación de Jóvenes Cristianos y su impacto en la comunidad LGBTQ+. Sin embargo, en los mítines, el tema adquirió nuevas connotaciones al resonar con su base conservadora. La ambivalencia de la letra, llena de dobles sentidos, permitió que la canción trascendiera su contexto inicial.

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En Brasil, el Partido Liberal adaptó la canción bajo el título “Capitán del pueblo”, para ensalzar a Jair Bolsonaro en una versión que mezcla imágenes de sus actos con fragmentos de Trump.

“YMCA” logró lo que pocas canciones: trascender generaciones, contextos y fronteras. En manos del presidente electo, el tema disco mutó en un símbolo político, lo que refleja la habilidad del magnate para capitalizar elementos culturales en beneficio de su narrativa.