Corea del Sur enfrentó uno de los momentos más tensos de su historia reciente cuando el presidente Yoon Suk Yeol decretó la ley marcial, un acto que desató una tormenta política y social. Con la justificación de una amenaza de “fuerzas pro-norcoreanas” contra el orden constitucional, el mandatario implementó la medida como un intento de salvaguardar la estabilidad. Sin embargo, su decisión, que otorgaba poderes excepcionales al ejército, fue revocada en cuestión de horas por el Parlamento.
La ley marcial, anunciada en un discurso televisado, suspendía actividades políticas, restringía los medios de comunicación y prohibía manifestaciones. Además, otorgaba al general Park Ahn-soo, comandante designado, la autoridad para realizar detenciones sin orden judicial.
El decreto de ley marcial coincidió con un conflicto presupuestario entre el Gobierno y el Parlamento, que recortó fondos para programas clave de la administración. Esto evidenció la incapacidad del presidente coreano para manejar el Parlamento y profundizó las divisiones entre las instituciones del país.
El Parlamento, dominado por el opositor Partido Democrático, reaccionó rápidamente. Con 190 votos, declaró la medida “nula y sin efecto”, por lo que ordenó la retirada inmediata de las fuerzas militares del recinto legislativo.
A nivel internacional, el Gobierno de EU expresó su preocupación por los acontecimientos en Seúl. Un representante del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca confirmó que Washington no fue informado previamente de la decisión.
Desde su llegada al poder en 2022, el presidente conservador enfrenta una creciente desaprobación pública. Su popularidad, ya erosionada por el aumento en los precios y una percepción de desconexión con la ciudadanía, cayó aún más debido a escándalos personales de su esposa, Kim Keon-hee.
Ante el rechazo unánime, Yoon Suk Yeol anunció horas después el levantamiento de la ley marcial y prometió formalizar su abolición en la próxima reunión del Gobierno. Sin embargo, su intento de proyectar una postura firme resultó en una crisis interna que podría tener consecuencias duraderas.