El gobierno de Bahamas rechazó una propuesta del equipo del presidente electo Donald Trump para aceptar inmigrantes de otros países expulsados por Estados Unidos, informó este jueves la oficina del primer ministro del archipiélago.
Trump tiene previsto plantear esta posibilidad a otros países de la región, como Panamá, según informó la cadena estadounidense NBC.
La administración encabezada por Philip Davis, indicó que recibió una “propuesta del equipo de transición de Trump para que Bahamas aceptara vuelos con migrantes de otros países deportados”, según un comunicado del Gobierno.
“Esta propuesta fue presentada al Gobierno de Bahamas, pero el primer ministro la estudió y la rechazó firmemente”, resaltó. “Desde que el primer ministro rechazó esta propuesta, no ha habido más contactos ni conversaciones con el equipo de transición de Trump”, añadió.
El equipo de trabajo de Trump no hizo comentarios sobre las palabras de Bahamas.
Plan extendido
Según NBC, los asesores de Trump elaboraron una lista de países a los que pedir que acojan a los migrantes deportados cuando sus países de origen se nieguen a aceptarlos.
Entre esos Estados figuran Panamá, el territorio británico de ultramar Islas Turcas y Caicos y Granada, dijeron fuentes a NBC.
En el caso de Panamá, el pasado 1 de julio, cuando José Raúl Mulino asumió como presidente, el secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, firmó con el nuevo canciller del país centroamericano, Javier Martínez-Acha, un convenio por el que Washington se comprometió a “cubrir el gasto” de la repatriación de migrantes que crucen la selva del Darién para llegar a su territorio.
El acuerdo forma parte del plan de Mulino de frenar el paso a los migrantes que pretenden cruzar Panamá en su camina de Sudamérica a Estados Unidos. Desde entonces, cientos de migrantes fueron deportados en vuelos charter, la mayoría colombianos.
Guerra contra la inmigración ilegal
Trump, que asumirá la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero, ha reiterado su intención de llevar a cabo un programa masivo de deportaciones de migrantes irregulares.
Durante la campaña de las presidenciales de noviembre, el republicano hizo uso de una feroz retórica contra los migrantes, a los que culpó de una supuesta ola de delincuencia nacional.
El gobierno de Estados Unidos ha luchado durante años para asegurar su frontera sur con México. Trump apuntó a las preocupaciones del electorado conservador al afirmar que está en marcha una “invasión” por parte de inmigrantes que, según él, violarán y asesinarán a los estadounidenses.
LDAV