El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, genera revuelo con dos controvertidas nominaciones que podrían definir los primeros meses de su mandato: Jared Isaacman como administrador de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) y Pete Hegseth como secretario de Defensa.
Jared Isaacman, millonario y pionero de los vuelos espaciales privados, fue seleccionado para liderar la agencia espacial. Con tan solo 41 años, Isaacman alcanzó notoriedad por su colaboración con SpaceX, dirigida por Elon Musk, un aliado clave en la administración de Trump. Isaacman protagonizó el primer paseo espacial privado en 2023 e invirtió millones en misiones civiles como Inspiration4.
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“Estoy encantado de nominar a Jared Isaacman, un líder visionario, para dirigir la NASA”, anunció Trump en su red social Truth Social. Isaacman, por su parte, prometió “impulsar una economía espacial próspera” y trabajar hacia un futuro en el que más personas vivan y trabajen fuera del planeta.
Sin embargo, su nombramiento no está exento de críticas. Su vínculo con Musk, recientemente nombrado copresidente de una comisión sobre eficacia gubernamental, suscita inquietudes sobre posibles conflictos de interés. Aunque los términos financieros de la asociación entre Isaacman y SpaceX son confidenciales, su relación cercana podría influir en la dirección de la agencia espacial.
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La elección de Pete Hegseth como secretario de Defensa desató una tormenta política. Hegseth, exmilitar y presentador de Fox News, enfrenta acusaciones de abuso de alcohol y agresión sexual que datan de 2017, además de cuestionamientos sobre su carácter tras la divulgación de un correo electrónico donde su madre lo describió como un “abusador de mujeres”.
Aunque estos señalamientos no derivaron en cargos formales, ponen en duda su idoneidad para liderar el Departamento de Defensa, una institución que maneja un presupuesto anual superior al billón de dólares.
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Apenas dos meses antes de su investidura, Trump podría verse obligado a reconsiderar esta nominación. Según NBC News, al menos seis senadores republicanos, entre ellos Lindsey Graham, expresaron reservas.
En caso de retirar la nominación, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, surge como un posible sustituto. Aunque DeSantis compitió contra Trump en las primarias republicanas, ambos mostraron interés en cerrar filas tras los comicios.