Han Kang
Foto: Nobel Prize. En su estancia en Estocolmo, la escritora Han Kang se dijo conmocionada por la situación que atraviesa Corea del Sur.  

La premio Nobel de Literatura 2024, Han Kang (Gwuanju, 1970), se dijo conmocionada por la situación que está atravesando Corea del Sur, su país natal, sobre todo después de que el líder del país asiático, Yoon Suk-yeol, declarara la ley marcial el pasado 04 de diciembre.

“Al igual que muchos surcoreanos, estoy profundamente conmocionada en los últimos días por las noticias de una situación de ley marcial que se desarrollada en 2024”, expresó la también poeta en Estocolmo, país en el que se encuentra hasta el próximo 10 de diciembre, cuando suceda la ceremonia protocolaria de entrega de los Nobel.

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Aunque el mandatario surcoreano echó para atrás su decisión tras el reclamo de la población y los políticos de oposición, específicamente de la resolución de la Asamblea Nacional y el Gabinete, Kang declaró que parte de la conmoción es que estas decisiones se están viendo en tiempo real, a diferencia de tiempos pasados.

Durante la misma conferencia de prensa en el país nórdico, la autora de La vegetariana recordó cómo estudió la ley marcial impuesta en Corea del Sur en 1979, pues la narró en Actos humanos, libro ambientado en 1980 en su lugar de origen, Gwangju, luego de una represión sangrienta contra aquellos que estaban a favor de la democracia, hecho que acabó en masacre.

No es la primera vez que la autora surcoreana se posiciona ante un hecho de actualidad. Cuando se le concedió el Nobel de Literatura, en palabras de su padre, dijo que no celebraría el recibimiento del galardón en tanto hubiera guerras en el mundo. Decisión que le trajo críticas de, por ejemplo, el escritor John Banville.

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Tampoco le ha pesado que estén o no de acuerdo con ella. Como declaró desde que recibió el premio, continúa de tal forma: sigue celebrando, aunque conmocionada, silenciosamente. Será el próximo 07 de diciembre que la escritora pronuncie su discurso en el marco de las ceremonias de los premios Nobel en Estocolmo.

Finalmente, tras confesar cómo vio a personas despedirse de los militares “como si fueran sus propios hijos”, referenciando a la retirada de las tropas luego de que la Asamblea Nacional votara a favor de levantar la medida, que:

“A veces me pregunto: ¿nos queda alguna esperanza en este mundo? (…) Esperar es esperanza es una esperanza”.