La época decembrina representa el periodo de ventas más alto para artesanos y productores de esferas, no obstante, comerciantes mexicanos compiten contra el mercado chino y sus bajos costos por producción en masa.
“El 90 por ciento del comercio lo tiene ocupado la industria China, los productos importados. Probablemente el precio no se pueda competir, pero sí la calidad”, indicó en entrevista con 24 HORAS Javier Tirado de Lozada, gerente de ventas del Castillo de la Esfera.
Javier pertenece a un equipo de alrededor de 300 trabajadores, entre artesanos, productores y personal de ventas, al que la creciente competencia con el mercado chino le ha hecho innovar su catálogo con más de 300 modelos, entre ellos, la esfera de plástico.
“Nosotros tenemos 30 años en el mercado, sin embargo, nos hemos visto en esta dificultad, cada año va creciendo. Cada año el producto chino entra más a México y la gente, el mercado, busca las mejores opciones, el mejor precio. Entonces nosotros tenemos que reinventarnos, seguir evolucionando y por eso hace cinco años empezamos con la producción de esfera de plástico”, explicó.
A diferencia de una pieza de plástico china, informó, la esfera de vidrio soplado pasa por diferentes pasos en su fabricación como la metalización, recorte de rebabas y decorado, pues se trata de un proceso artesanal y no una producción en serie.
“En promedio, nosotros estamos produciendo alrededor de 4 y 5 millones de esferas al año, para que una espera pueda llegar hasta su toque final pueden pasar dos o tres días. En esta temporada se consume casi el 80 por ciento, es un producto que la gente exige que haya mucha variedad, que haya modelos”, detalló.
Además de la clásica esfera roja, el ingenio mexicano ha creado piezas de superhéroes, personajes animados, muñecos de nieve y demás personajes navideños y aunque no se trata de un producto de origen mexicano, también es posible encontrar esferas con forma de noche buena o alusivas a personajes como Frida Kahlo.
“La decoración no es la misma que de una esfera europea, por ejemplo, tenemos colores muy nuestros como el rosa mexicano, decoraciones como la noche buena, es un producto que hemos adaptado muy bien a nuestro origen y a nuestros gustos, lo hemos hecho muy nuestro”, aseguró Javier.
Si bien, admitió que no se pueden tener los mismos costos frente a una esfera de plástico china, “con el vidrio soplado podemos hacer un montón de cosas porque los artesanos tienen mucho talento, pueden hacer figuras y con el plástico no, se necesitan moldes muy grandes, los cuales tardan mucho en fabricarse”, explicó.