Amnistía Internacional (AI) publicó un informe que acusa a Israel de cometer “genocidio” contra los palestinos en Gaza, una declaración que generó fuertes reacciones internacionales. Según la organización, las pruebas incluyen declaraciones gubernamentales de Israel calificadas como deshumanizantes, imágenes satelitales que evidencian destrucción masiva y estudios realizados en el terreno entre octubre de 2023 y julio de 2024.
La secretaria general de AI, Agnès Callamard, calificó las acciones israelíes como “un trato infrahumano hacia los palestinos de Gaza”. El informe detalla 15 bombardeos entre octubre de 2023 y abril de 2024, que provocaron la muerte de 334 civiles, incluidos 141 niños, sin evidencia de que estos ataques tuvieran objetivos militares. Además, el conflicto dejó un saldo de al menos 44 mil 580 muertos en Gaza, mayormente civiles, según cifras del Ministerio de Salud gazatí, corroboradas por la ONU.
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Israel rechazó categóricamente el informe, calificándolo como “totalmente falso”. El gobierno israelí argumentó que su ofensiva busca erradicar al movimiento islamista Hamás, responsable del ataque del 7 de octubre de 2023, en el que murieron mil 208 personas y 251 fueron secuestradas. “Amnistía Internacional es una organización deplorable y fanática”, afirmó un portavoz israelí.
Incluso la antena israelí de AI tomó distancia de la acusación de genocidio, aunque reconoció la necesidad de investigar posibles crímenes de guerra en Gaza. Paralelamente, Hamás celebró el informe como “un llamado urgente a la comunidad internacional para detener el genocidio”.
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Estados Unidos, principal aliado de Israel, también se mostró crítico con el informe. Vedant Patel, portavoz del Departamento de Estado, consideró que las acusaciones de genocidio “carecen de fundamento”. Sin embargo, reafirmó la importancia de que Israel cumpla con el derecho internacional humanitario y expresó preocupación por la población civil.
Esta controversia se produce en un contexto de creciente presión internacional por una solución que proteja a los civiles en Gaza. Mientras las partes se acusan mutuamente, la comunidad global enfrenta el desafío de mediar en una crisis humanitaria que no da tregua.
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La declaración de Amnistía Internacional abre un nuevo capítulo en la narrativa de uno de los conflictos más complejos del siglo XXI. Por ahora, las discrepancias entre las perspectivas internacionales dejan al descubierto la difícil tarea de equilibrar la búsqueda de justicia con las tensiones que persisten en la región.