Poco y nada se ha dejado sentir la mano de la nueva dirigencia nacional del PAN, encabezada por Jorge Romero, en la discusión de los grandes temas nacionales.

 

Romero parece que apostó a la discreción, a la fuga de los reflectores justo cuando su partido requiere más que nunca de un liderazgo fuerte que no rehuya el debate ni la confrontación de ideas con el partido del gobierno.

 

En ese sentido, hasta Marko Cortés parecía más decidido -y mire que ya es mucho decir- a la hora de los debates que el ahora líder nacional blanquiazul.

 

No se conoce que el delegado de Benito Juárez haya dado instrucciones a sus senadores y diputados federales; no se sabe siquiera si ya se reunió con los coordinadores parlamentarios.

 

Bueno, ni siquiera en el caso de las agresiones al senador Mario Vázquez, quien acusó que Miguel Ángel Yunes “las dio’’, hubo una condena de la dirigencia nacional.

 

Vázquez tuvo el respaldo público de otros compañeros de su bancada, pero del líder nacional, ni una mención.

 

Romero presume de tener controlado al grupo más importante de panistas de la capital, y puede ser cierto.

 

Pero también parece cierto que las acusaciones en su contra sobre su participación en el caso del llamado Cártel Inmobiliario se ha convertido en una especie de espada de Damocles que podría caerle si se sale de un guión establecido.

 

Como sea, a los panistas les urge un golpe de timón que encamine al partido a la recuperación no solo de los espacios perdidos, sino de la militancia que dejó de participar cuando el blanquiazul perdió el rumbo.

 

Y Romero no parece tener la brújula.

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La Cámara de Diputados votará hoy las modificaciones a la legislación laboral para que los trabajadores de envíos por plataformas tengan acceso a la seguridad social y a prestaciones de ley.

 

Suena bien intencionado, pero hasta ayer no se había explicado cómo es que se calculará el ingreso de cada trabajador de plataforma, que en México superan los 600 mil, si la mayoría de ellos subsiste de una propina o porcentaje del costo total del producto entregado.

 

¿Las plataformas deberán pagar tiempo extra o solo se contabilizarán las horas reales trabajadas? ¿Los tiempos muertos, entre pedido y pedido, se contabilizarán a favor de los trabajadores o de las empresas?

 

Ningún partido se opondrá a la aprobación de estas reformas, por lógica, pero no ha quedado claro si los trabajadores realmente se beneficiarán o si, por el contrario, las empresas que administran las plataformas comenzarán a prescindir de sus servicios por lo oneroso que les resultará.

 

¿Qué llegará primero: el beneficio o el despido?

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A diferencia de lo que ocurre con el Tren Maya, parece que el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) comenzará a generar utilidades este año.

 

De acuerdo con la información proporcionada por el general Isidoro Pastor Román, director del puerto aéreo, en este mes de diciembre estarán por arriba del punto de equilibrio.

 

El general estimó en 2,600 millones de pesos los ingresos del AIFA al cierre del año, contra los 2,200 millones de gastos de operación, lo que arrojaría una utilidad de operación de 400 millones de pesos.

 

Pastor también destacó que desde su inauguración, en marzo del 2021 hasta noviembre pasado, del AIFA habían salido más de 8 millones de pasajeros y, adelantó, que si el ritmo se mantiene se podría alcanzar la meta de trasladar a 19.5 millones, programada para el 2032, en el 2028, cuatro años antes.

 

A ver.

 

      @adriantrejo