Este martes 17 de diciembre, luego haber permanecido algunas semanas internada en el Sanatorio Otamendi a causa de un accidente cerebrovascular, falleció a los 82 años la crítica literaria, escritora y periodista argentina Beatriz Sarlo. Según reportan medios locales, desde que falleció Rafael Filippelli, su compañero de vida, su estado anímico decreció considerablemente.
Como era de esperarse, diversas instituciones, tanto argentinas como de diversas latitudes del globo, se dijeron consternadas por el fallecimiento de la pensadora, así como por lo que significa su pérdida para el mundo intelectual de Argentina. Desde el Ministro de Cultura de Buenos Aires, mediante el Centro Cultural San Martín, hasta editoriales como Blatt & Ríos y Eterna Cadencia dedicaron unas palabras a la crítica literaria y luminosa intelectual.
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Aunque la mayor parte de su último año de vida, Beatriz Sarlo la pasó en discreción, sin muchas apariciones públicas, en septiembre pasado, en un programa de la televisión argentina, criticó al gobierno del presidente ultraderechista Javier Milei, comparando la popularidad y el apoyo que se le da al mandatario con el que se le da al Papa.
Antes, cuando el actual presidente ejerció como diputado, anticipó sobre el peligro sobre el populismo devenido fascismo, como en la década de los 30 del siglo pasado en Europa.
De acuerdo con varios reportes en redes sociales, los restos de la también escritora se velarán este 17 de diciembre desde las 19:00 hasta las 00:00 horas en el centro de Documentación e Investigación de Cultura de Izquierdas (Cedinci).
¿Quién fue Beatriz Sarlo?
Beatriz Elcidia Sarlo Sabajanes nació en Buenos Aires, en 1942. Fue una agnóstica declarada, militante política del peronismo en una central obrera que operó a finales de los años 60 y principios de los 70. Asimismo fue integrante del Partido Comunista Revolucionario.
Se graduó de la Licenciatura en Letras en la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 1968. Tiempo después, comenzó a trabajar en la extinta editorial Centro Editor de América Latina (CEAL); dirigió Punto de Vista, de la que fue fundadora junto a Ricardo Piglia , Elías Sermán y Carlos Altamirano, una revista nacida en la clandestinidad de la dictadura militar argentina, donde ya entonces Sarlo dejó claro el ánimo combativo y colectivo de lo público en aras de la transición democrática.
Durante 20 años, entre 1983 y 2003, fue catedrática de Literatura Argentina en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Recuperó, junto a otros intelectuales y críticos latinoamericanos, el término modernidad periférica, mejor conocida como posmodernidad. Sobre ello, escribió un par de libros, aunque habló constantemente sobre esos temas.
Fue distinguida con el Premio Konex de Platino (en diversas categorías), el Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña, el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso, la Beca Guggenheim, el Orden do Merito Cultural, entre otros laureles.
Algunas de sus obras más distinguidas son:
Una modernidad periférica: Buenos Aires, 1920 y 1930 (1988)
Borges, un escritor en las orillas (1993)
Instantáneas: Medios, ciudad y costumbre en el fin de siglo (1996)
La batañña de las ideas, 1943-1973 (2001)
Escritos sobre literatura argentina (2007)
La intimidad pública (2018)