La motivación del crimen es incierta, pero un manifiesto encontrado sugiere descontento con el sistema de salud estadounidense.
Foto: AFP | La motivación del crimen es incierta, pero un manifiesto encontrado sugiere descontento con el sistema de salud estadounidense.  

Luigi Mangione, de 26 años, enfrenta acusaciones de asesinato en primer grado y dos cargos de asesinato en segundo grado, uno de los cuales se considera un acto de terrorismo. El joven está señalado por el homicidio de Brian Thompson, director ejecutivo de UnitedHealthCare, ocurrido el pasado 4 de diciembre frente a un hotel en Manhattan.

El fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, calificó el crimen como un acto “premeditado y sin escrúpulos” cuyo objetivo era “suscitar el terror”. Según las autoridades, Mangione disparó contra Thompson con una pistola “fantasma” de nueve milímetros fabricada mediante impresión 3D, equipada también con un silenciador impreso.

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Bragg destacó el peligro creciente de las armas fantasma, que son difíciles de rastrear y cada vez más comunes. “El año pasado, solo en Manhattan, se recuperaron más de 80 de estas armas y sus componentes”, subrayó. Además de los cargos por asesinato, Mangione enfrenta acusaciones relacionadas con la posesión de estas armas.

El sospechoso, detenido en Pensilvania, comparecerá ante un tribunal local para una audiencia que podría agilizar su traslado a Nueva York. Si es hallado culpable de asesinato vinculado al terrorismo, podría enfrentar cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

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Reacciones diversas al caso Mangione

La motivación de Mangione sigue siendo un misterio. Investigadores informaron que llevaba consigo un manifiesto con críticas al sistema de salud estadounidense. Este hecho, sumado al asesinato del CEO, generó un debate público encendido.

Foto: @ProudSocialist | “Celebración escandalosa y atroz de un acto a sangre fría” – Condena de Jessica Tisch, jefa de la policía de Nueva York, sobre la glorificación del asesinato.

Aunque muchas voces condenaron el crimen, algunos internautas lo ensalzaron como una forma de protesta extrema contra el lucrativo sistema de seguros médicos.

Jessica Tisch, jefa de la policía de Nueva York, repudió la glorificación del asesinato, calificándola como una “celebración escandalosa y atroz de un acto a sangre fría”.

Mientras tanto, el caso de Mangione pone de relieve las tensiones sociales latentes en torno a la equidad del sistema de salud y la proliferación de tecnologías que facilitan la fabricación de armas letales.