El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se pronunció en contra de un gigantesco proyecto de ley que asigna fondos para evitar un inminente cierre del gobierno, después de que una gran cantidad de gastos añadidos al texto indignara a los republicanos.
El magnate y su futuro vicepresidente, JD Vance, se opusieron a él en un comunicado conjunto.
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Hacer concesiones a los demócratas es “una traición a nuestro país”, dicen y llaman a los republicanos a “ser inteligentes y fuertes”.
El martes, el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, presentó el acuerdo presupuestario de mil 500 páginas negociado con los demócratas, que incluía más de 100 mil millones de dólares en ayudas para catástrofes naturales solicitadas por el presidente Joe Biden y 10 mil millones de dólares para los agricultores estadounidenses, pero también un aumento de los salarios de los congresistas.
El texto permitiría financiar el gobierno federal hasta mediados de marzo y evitar así el famoso cierre o “shutdown” antes de la medianoche del viernes.
Sin él, Estados Unidos sufriría una parálisis de los servicios públicos federales, que se traduciría en el despido de cientos de miles de funcionarios, la congelación de varias prestaciones sociales y el cierre de algunas guarderías. Una situación extremadamente impopular, sobre todo en vísperas de la Navidad.
Pero nada más publicarse el acuerdo negociado en el Congreso, algunos diputados trumpistas protestaron contra lo que consideraban un gasto desmesurado.
También se opuso Elon Musk, elegido por el presidente electo para dirigir una comisión encargada de recortar el gasto público.
“¡Maten el proyecto de ley!”, escribió varias veces el hombre más rico del mundo en la red social X.
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Horas antes, los líderes del Congreso estadounidense alcanzaron un acuerdo presupuestario que permitiría financiar al Gobierno federal hasta mediados de marzo y evitar así una parálisis de servicios públicos, conocida como “shutdown”, justo antes de las fiestas de fin de año.
El texto ahora deberá ser adoptado por la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, y por el Senado, que lo votaría antes del fin de semana, para luego esperar la promulgación del presidente Joe Biden.
Se trata de una carrera contrarreloj porque el Congreso tiene hasta el viernes a medianoche para adoptar la medida.
EAM