El panorama político alemán se encuentra en una encrucijada con las elecciones anticipadas del 23 de febrero de 2025, convocadas tras la pérdida del voto de confianza del canciller Olaf Scholz y el colapso de su coalición tripartita. Scholz, líder de los socialdemócratas (SPD), busca un segundo mandato, pero enfrenta una oposición fortalecida.

 

Friedrich Merz, al frente de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), lidera las encuestas con un 33% en alianza con la Unión Social Cristiana (CSU). El SPD, debilitado, cuenta con un 16%. Alternativa para Alemania (AfD), de extrema derecha, ha subido al 18%, mientras que los Verdes están en 13%. El liberal FDP y otros partidos pequeños luchan por superar el umbral del 5%.

 

El colapso de la coalición de Scholz en noviembre se originó por fuertes discrepancias sobre el “freno de la deuda”, una norma que restringe el endeudamiento público al 0.35% del PIB anual, salvo en emergencias.

 

Los socialdemócratas y los Verdes, socios de Scholz, sostienen que esta medida es un obstáculo para detonar y atraer inversión, y han planteado la necesidad de reformarla. Sin embargo, el FDP, de perfil proempresarial y socios en la coalición de Scholz, insistieron en mantenerla para, según ellos, proteger al país de una creciente deuda, lo que culminó en el despido del ministro de Finanzas, Christian Lindner, líder del FDP.

 

Hacia las elecciones, la CDU/CSU propone recortes de impuestos, controles migratorios más estrictos y mantener el “freno de la deuda”, aunque no descartan su reforma. También prometen subir el gasto en defensa al 2% del PIB y sondean reintroducir el servicio militar. En política exterior, Merz apoya enviar misiles Taurus a Ucrania, postura que Scholz ha rechazado.

 

El SPD defiende un enfoque progresista: elevar el salario mínimo a 15 euros, imponer impuestos a los “superricos” y crear un fondo de inversión de 100 mil millones de euros. Scholz centra su campaña en proteger empleos y reducir desigualdades, mientras que los Verdes priorizan iniciativas climáticas y sociales, como impuestos a multimillonarios y energía renovable.

 

La migración será un tema clave. La CDU/CSU propone endurecer controles fronterizos, reducir beneficios para solicitantes de asilo, pero facilitar la entrada de migrantes altamente calificados. En tanto, el SPD y los Verdes abogan por un enfoque más equilibrado. No obstante, en 2023 lograron el endurecimiento de ciertas políticas migratorias, en acuerdo con los gobiernos estatales.