Tejocotes crudos colocados en un plato de cerámica de tonos rojos
Foto: Gobierno de México  

Los tejocotes son un fruto tradicional de la época decembrina que se cultiva principalmente en Puebla, entidad que aporta un 93 por ciento de la producción nacional que asciende a poco más de 4 mil toneladas.  Jalisco, CDMX y Zacatecas también son productores, aunque en menor cantidad.

Este fruto de origen mexicano proviene del náhuatl “texocotl” que significa “fruto duro de sabor agrio”; su cáscara es generalmente de tonalidades naranjas y amarillas con algunos pequeños puntos negros y es muy aromático.

El tejocote crece en un árbol llamado manzanillo que puede crecer entre cuatro y diez metros de altura y está lleno de espinas, se desarrolla principalmente en climas templados y con poca humedad; se cosecha a partir de agosto y noviembre y diciembre son los meses que más se consume.

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¿Qué propiedades tienen los tejocotes?

De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Social, los tejocotes tienen propiedades y beneficios para el cuerpo humano, entre los que destacan:

  • Tienen un rico contenido en vitamina C que ayuda al fortalecimiento del sistema inmune previniendo enfermedades.
  • Contiene calcio por lo que beneficia el crecimiento y fortalecimiento de los huesos.
  • Su aporte de vitaminas del complejo B ayudan al organismo a la formación de glóbulos rojos y a prevenir enfermedades.
  • Aporta hierro beneficiando a la hemoglobina de la sangre humana.
  • Favorece la coagulación sanguínea.
  • Disminuye los niveles de glucosa en la sangre, lo que lo hace un alimento ideal para personas que viven con diabetes.

Adicionalmente, su alto contenido de pectina lo convierte en un fruto utilizado en la fabricación de alimentos, así como en la industria farmacéutica y cosmética.

¿Cómo se pueden consumir?

Existen diversas formas en qué se pueden consumir los tejocotes, aunque crudos no tienen el mejor sabor, en muchas recetas tanto de bebidas como dulces, se convierten en un componente delicioso.

Los tejocotes son un ingrediente fundamental del tradicional ponche navideño, dándole un sutil toque ácido y aromático; también se pueden utilizar en preparaciones como mermeladas, ates, conservas, licores y dulces típicos mexicanos.

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Los tejocotes en el pasado

En la medicina tradicional se utilizaba para preparar remedios caseros contra la gripe, tos, malestares estomacales, entre otros.

De acuerdo con el el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera del Gobierno de México, las culturas prehispánicas utilizaban los tejocotes para curar distintos problemas de salud como:

  1. Enfermedades respiratorias: tos, pulmonía, bronquitis, resfrío y dolor del pulmón; el tejocote podía acompañarse con flor de sauco, cáscara de chirimoya, cáscara de lima, ocote, canela o eucalipto.
  2. Enfermedades digestivas: diarrea, amibas, disentería, dolor de estómago, también los corajes eran tratados con una mezcla de las hojas y corteza del árbol de tejocote, esta se administraba por vía oral.
  3. Entre otros tratamientos en los que se utilizaba al tejocote era para bajar de peso, como diurético, antiespasmódico, para mejorar la circulación coronaria y para moderar las contracciones en caso de taquicardia.

Ya sea preparado en dulce, en el ponche y integrado en el relleno de las piñatas en las posadas, los tejocotes son un fruto de la temporada invernal que no puedes dejar de consumir en estas fiestas navideñas.