La relación previa entre ambos mandatarios genera expectativas ante una posible solución sobre el conflicto ucraniano, iniciado en 2022.
Foto: AFP | La relación previa entre ambos mandatarios genera expectativas ante una posible solución sobre el conflicto ucraniano, iniciado en 2022.  

El presidente ruso Vladimir Putin expresó su disposición a reunirse “en cualquier momento” con el mandatario electo de Estados Unidos, Donald Trump. Durante su tradicional conferencia de prensa anual, Putin respondió a una pregunta sobre un posible encuentro con Trump, quien recientemente abogó por un alto al fuego entre Rusia y Ucrania, así como por un diálogo negociador.

“No sé cuándo voy a verlo (…) En cualquier momento”, declaró el presidente ruso. Este evento, que se prolongó por casi cuatro horas y media, es una de las pocas instancias en las que periodistas y ciudadanos rusos tienen la oportunidad de interpelar directamente al líder del Kremlin.

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El pronunciamiento de Vladimir Putin llega a unas semanas de que Trump regrese a la Casa Blanca. Durante su campaña electoral, el republicano prometió resolver el conflicto ucraniano de manera expedita, haciendo un llamado a un “alto al fuego inmediato”. Sin embargo, Europa y Ucrania temen que el enfoque de Trump pueda favorecer a Rusia, lo que obligaría a Kiev a ceder territorio.

Por su parte, Vladimir Putin sostuvo que Rusia es ahora “mucho más fuerte” que hace dos o tres años. Además, reiteró su negativa a devolver los territorios conquistados en Ucrania, condicionando cualquier diálogo a la “realidad en el terreno”.

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En su discurso, Putin destacó el uso del misil Oreshnik, capaz de transportar carga nuclear y con un alcance de miles de kilómetros. Este misil fue empleado por primera vez el 21 de noviembre contra la ciudad ucraniana de Dnipro, en represalia por bombardeos con misiles occidentales. “Que determinen un objetivo, por ejemplo, Kiev (…) Lanzaremos un bombardeo allí y veremos qué ocurre”, desafió Putin.

 

Aunque las tropas rusas mostraron avances en el frente ucraniano, el Kremlin enfrenta críticas por no haber previsto una campaña militar que ya se extiende por casi tres años. Vladimir Putin también admitió que las fuerzas ucranianas controlan parte de la región rusa de Kursk desde agosto, gracias a una ofensiva sorpresa.

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En el ámbito económico, Putin declaró que, pese a las “amenazas externas”, la situación en Rusia es “estable”, aunque reconoció que la inflación es una “señal preocupante”. Además, criticó a sus servicios especiales por fallos graves como el asesinato del general ruso Igor Kirilov en Moscú, atribuido a Kiev.

En Siria, Vladimir Putin señaló que el apoyo ruso al presidente Bashar al Asad evitó la creación de un “enclave terrorista”, aunque subrayó que la caída de Al Asad no supondría una “derrota” para Moscú.