Este 2024, nos dejó claro que los mexicanos ya no estamos para la reflexión, sino para la acción. El sector obrero, de manera descarada, se ha convertido en moneda de cambio de intereses políticos y personales de servidores públicos y ciertos cabecillas que supuestamente representan a los trabajadores. Ellos negociaron lo que quisieron, sacrificando a la base trabajadora. Algunos, como Napillo, lograron no ir a la cárcel, a cambio de impulsar políticas que afectaron a los trabajadores, como las engañosas “vacaciones dignas”.
Esta reforma a la Ley del Trabajo no tiene otro objetivo más que castigar a quienes tenemos en nuestro empleo la forma de proveer a nuestras familias. Sí, aumentaron los días de vacaciones pero, ¿quién quiere descansar cuando el salario no ajusta, cuando los precios suben diario, y cuando no hay dinero suficiente para comprar las medicinas que no nos da el paupérrimo sistema de salud?
Con la aprobación de las “vacaciones dignas” también descansaron las horas extra y prestaciones que se pagan por día laborado. Napoleón Gómez Urrutia, junto con sus secuaces, fueron quienes aprobaron esta reforma. Gente que nunca ha trabajado, que vive de lo que roba a los trabajadores o privilegiados que se mantienen de nuestros impuestos.
Se metieron también con las horas extra: las limitaron, y hasta existe la amenaza de quitarlas con el argumento de que quienes se benefician de estas podrían estar sujetos a un tipo de esclavitud. No señores, el verdadero abuso está en impedirnos una mejor condición de vida. El dinero ganado con trabajo extra no es esclavitud, son las ganas por querer comer mejor cada día.
Se sabe que soy el único líder sindical que protesta por estos atropellos. Los demás, en lugar de proteger los intereses de sus representados prefieren callar como hicieron con el tope a las utilidades impulsada por Napillo y optaron por crear una supuesta central obrera formada por los mismos que han dejado a su suerte a los trabajadores de México.
El golpe a la clase trabajadora también vino en las Afores, cuando el Gobierno federal decidió quedarse con el dinero de las cuentas inactivas de los mayores de 70 años, recursos que tenían nombre y apellido. Ahí los charros también enmudecieron.
Hace unas semanas, un atraco más con la reforma al Infonavit. El Gobierno pretende adueñarse de manera indebida del dinero de los trabajadores y utilizarlo para construir casas, y la gran acción de la “nueva” central obrera se limitó a buscar los reflectores sólo para dar declaraciones.
Somos pocas las organizaciones responsables con nuestras bases, que aún salimos a las calles a protestar, no sólo el 1 de mayo, sino cuantas veces sea necesario. Los otros prefieren escuchar el canto de las sirenas y alinearse en un desayuno para aplaudir al gobernante en turno.
Este 2025, continuará la embestida hacia los trabajadores con nuevas reformas engañosas con letras chiquitas; seguirá la deficiencia en las instituciones de salud y el incremento en energéticos y alimentos.
En el Sindicato Nacional Minero Metalúrgico FRENTE no callaremos. Desde ahora les aseguramos que sonaremos más fuerte. No estamos dispuestos a caer en los caprichos e intercambios de líderes charros.
Haremos de este 2025, un mejor año para los trabajadores de México. Cerremos el paso a los charros como Napillo. Seguiremos denunciando y haciendo públicos tanto los abusos como las amenazas. Sigamos unidos y demostremos la gran fuerza obrera que somos.
@CarlosPavonC