El Canal de Panamá, esencial para el comercio por ser una conexión entre Atlántico y Pacífico, es nuevamente foco de disputas.
Foto: AFP | El Canal de Panamá, esencial para el comercio por ser una conexión entre Atlántico y Pacífico, es nuevamente foco de disputas.  

El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, rechazó las declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien amenazó con recuperar el control del Canal de Panamá. Las afirmaciones del magnate, emitidas a través de su plataforma Truth Social, intensificaron las tensiones diplomáticas entre ambas naciones.

Trump calificó las tarifas del canal como “ridículas” y denunció una supuesta creciente influencia china en el paso interoceánico, lo que, según él, amenaza los intereses comerciales y de seguridad de su país. “Era exclusivamente para que Panamá lo administrara, no China ni nadie más”, señaló Trump. Advirtió que, de no garantizarse una operación segura, demandará la devolución del canal. “Esta completa estafa a nuestro país cesará inmediatamente”, afirmó.

En respuesta, Mulino rechazó categóricamente las declaraciones. “El canal no tiene control directo o indirecto de ninguna potencia. Como panameño rechazo cualquier manifestación que tergiverse esta realidad”, declaró en un video en su cuenta de X. Además, exigió “respeto” hacia la soberanía panameña y reafirmó que “cada metro cuadrado del canal y sus zonas adyacentes es de Panamá y lo seguirá siendo”.

El canal, concluido por Estados Unidos en 1914 y devuelto a Panamá en 1999 tras el Tratado Torrijos-Carter de 1977.  Siendo vital para el comercio global, permitiendo el tránsito entre los océanos Atlántico y Pacífico. Mulino enfatizó que Panamá continuará garantizando una operación eficiente y confiable.

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Por su parte, el expresidente panameño Martín Torrijos calificó cualquier intento de interferencia como “una ofensa”. Mientras tanto, Mulino se mostró dispuesto a mantener una relación “buena y respetuosa” con el futuro gobierno estadounidense, abogando por la cooperación en temas como migración y narcotráfico.

Las palabras de Trump generaron inquietud sobre posibles repercusiones diplomáticas y económicas, reavivando el debate sobre el control del canal. Como expresó Mulino: “La soberanía e independencia de nuestro país no son negociables”.