La propuesta de Donald Trump de hacer de la Franja de Gaza un gran resort, es sencillamente obscena. En Gaza, no sólo ahora, desde hace muchos años, han muerto asesinadas miles de personas.

Gaza ha representado uno de los lugares más terribles de la Tierra, donde difícilmente se puede sufrir más. Más allá de las guerras se han sucedido hambrunas, desapariciones, torturas, vejaciones. Y todo ello de manera prolongada.

El ciudadano de Gaza nunca tuvo oportunidades ni un futuro promisorio. El ayer siempre fue borrado y el futuro siempre será inexistente, sobreviven en un presente repleto de pesadillas. Nunca tuvieron sueños y los pocos que los han tenido sufrieron finales terribles.

Cerca de cincuenta mil personas han muerto en los últimos dos años. Ninguna familia en Gaza está completa, falta alguno de sus miembros. Con todo este bagaje que se ha vivido y que se vive en Gaza, Donald Trump quiere convertirlo en un mágico resort exclusivo para unos cuantos e incluso gestionado por él y sus acólitos.

No existe nada más retorcido. En el suelo gazatí quieren soterrar el sufrimiento a base de lujo. Es perverso y profundamente retorcido. Y eso es lo peor porque, por ejemplo, en Ruanda o Auschwitz, la gente iba para recordar que es lo que no se puede olvidar cuando se han cometido delitos de lesa humanidad. Y Gaza, Gaza quieren convertirlo en un resort para solazar la ignominia, para humillar aún más la historia de la propia humanidad.

Por eso la resolución de Gaza, expulsando a los gazatíes es sencillamente abominable con una gran dosis de asco.

 

      @pelaez_alberto

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