Sólo se ha hablado de un tema: los aranceles. Todo son porcentajes, el diez, el veinticinco, el cincuenta, hasta el ciento cuarenta y cinco por ciento. Es el famoso “y yo más”. El mundo se va encareciendo o lo va encareciendo Donald Trump, a golpe de decretos, sabiendo incluso que sus aranceles no sólo empobrecen a la ciudadanía mundial sino a su propia ciudadanía.
Oriente Medio se ha apagado. También el conflicto entre Rusia y Ucrania. Los ojos están puestos en el ímpetu de Trump. Y no nos damos cuenta del enorme problema que estamos viviendo en los grandes conflictos de Oriente Medio y en el antiguo imperio de los zares. El coste de la guerra está siendo brutal hasta ahora, se calcula que cuatrocientas mil personas han muerto en ambos bandos, en Rusia y en Ucrania. Tan sólo en este 2025 ya hay un cálculo de ciento cuarenta mil soldados rusos y ucranianos que habrían perdido la vida en la guerra.
Hace ya dos meses que Donald Trump prometió el fin de la guerra. Hace ya dos meses que Trump habló con Vladimir Putin y Volodímir Zelenski para poner un freno a la guerra. Pero todo se convirtió en palabras y más palabras completamente huecas, en entelequias sin ningún tipo de recorrido mientras continuaba la espiral de muertos y más muertos por ambos lados. ¿Cuántas madres rusas y ucranianas dijeron adiós a sus hijos para no volver a verlos más, para entregar sus cuerpos en ataúdes? ¿Cuántos? Pero todo eso les da igual a los gobernantes. Lo importante es eso, lo importante es alimentar sus despiadados egos.
@pelaez_alberto
