La venta en la calle ha pasado del “perro caliente”, que sigue siendo un preferido de muchos transeúntes, a ofrecer al público variadas comidas, como en cualquier restaurante, sin la necesidad de hacer reserva, aunque a veces las colas son muy largas porque su clientela va en aumento.
La oferta de la gastronomía latinoamericana es extensa e incluye tacos, arroz y habichuelas, tostones, arepas, pinchos, mariscos o carnes, sin olvidar los postres, que se venden en los carritos o mesas que se colocan en las calles de los vecindarios o ferias a través de la ciudad.
Cada año, el Proyecto de Vendedores Ambulantes de la organización Urban Justice Center, que lucha por los derechos de este colectivo, los reconoce con el ya popular “Vendy Award”, para muchos el “Oscar” que premia lo mejor de la comida de las calles de Nueva York.
Los latinos aprendieron el amor por la cocina de sus padres
Este año, entre los finalistas de la duodécima edición, que se llevará a cabo el 27 de septiembre, está presente Colombia con Nancy Medina y sus hijos Jean Paul y Sebastián, que aprendieron de su madre el amor por la cocina y que venden los “perros calientes al estilo colombiano”.
“Todo sale de la cocina y todo fluye desde la cocina. Se cuentan secretos de madre a hijos, como nosotros. En la cocina recibí el afecto más grande de mi madre y tías. Para mi, es el sitio más importante de la casa”, dijo a Efeusa Nancy, que prepara una salsa especial de frutas para el “hot dog”, que aseguran “lo hace diferente”.
Medina emigró hace 28 años con dos hijos, entre ellos Jean Paul, que se hizo chef en Nueva York y que contó a Efe que en 2009 comenzaron la venta de comidas para eventos, para los que su madre preparaba mermeladas y salsas de frutas.
Poco después, establecieron su puesto de venta “NJSP” (Nancy, Jean Paul, Sebastián) en ferias, donde cada “perro caliente” tiene “su personalidad”.
Se los acompaña con algo dulce, salado o picante, con jamón o papas, entre otros ingredientes.
Competencia, tradición y familia
“Nos gusta combinar la textura con el sabor. Cada ‘perro’ tiene un nombre y dependiendo de eso, son los ingredientes, acorde con su identidad”, aseguró Jean Paul.
La arepa colombiana también compite por un “Oscar”. Carlos Atehoreua, de Medellín, y su esposa Shirley, de Bogotá, cocinan el maíz fresco que muelen para preparar en su hogar este típico manjar, desde la tradicional rellena con queso sobre la cual colocan pollo o carne mechada y guacamole.
Este año, agregaron la arepa en forma de cono y con una “salsa especial”, de la que Carlos asegura “es el éxito más grande” que han tenido en su negocio “Arepalicious”.
La pareja y sus hijos venden sus arepas los fines de semana desde un puesto en la famosa Marqueta de El Barrio latino de Harlem o en ferias.
Delmis, que emigró hace cincuenta años, es salvadoreña y desde su pequeño carrito en la siempre abarrotada Junction Boulevard de Queens vende las obleas, una especie de galleta redonda muy delgada, típica de Colombia, rellena de dulce de leche, que ella misma confecciona.
“Una amiga colombiana me enseñó a hacerlas y me trajo el equipo desde su país. Son máquinas pequeñas y tengo que hacer la oblea una a una”, contó la salvadoreña, que hace tres años que trabaja como vendedora.
Vendy Award, los Oscar de la comida callejera
La gastronomía de México también compite con Félix Soriano y sus hijos Dennis y Nelson, que desde “Tacos El Rancho” ofrecen variedad de platos de Oaxaca, entre los que triunfan la quesadilla de queso de hebra, carne, flor de calabaza, epazote y salsa o los “clacoyos” (tortilla de masa de maíz rellena de diversos ingredientes).
La familia Villalobos de Venezuela con su atracción principal Yoyos de plátanos (una especie de emparedado de plátano maduro relleno de carne, queso y otros ingredientes), la ecuatoriana Gladis Cocha con sus empanadas, y Carlos y Caitlyn, de El Bronx, con sus tacos, burritos y quesadillas también están entre los finalistas.
Entre los finalistas figuran también vendedores de Filipinas, Indonesia o el primer carrito de comida bengalí, entre otros, en las categorías de principiantes, comida vegana o postres.
El “Vendy Award” se entrega en la Isla de los Gobernadores y los ganadores son elegidos por un jurado entre los que usualmente hay reconocidos chefs de Nueva York. dec