El presidente Enrique Peña Nieto fijó cinco objetivos prioritarios para los dos años que le restan a su gobierno: consolidar la reforma educativa, combatir la pobreza, la inseguridad, corrupción y blindar la economía familiar.
Al brindar un mensaje con motivo de su Cuarto Informe, el mandatario reconoció, que en el país “hay insatisfacción y descontento en algunos sectores de nuestra sociedad” y que “muchos mexicanos están preocupados por la educación que reciben sus hijos”, líneas que anticipó 24 HORAS de acuerdo con el borrador del mensaje durante el encuentro con jóvenes.
A su vez, abundó que a la ciudadanía le “lastima la pobreza, un rezago histórico que no hemos superado. En varias regiones el crimen sigue siendo una amenaza; la corrupción y la impunidad dañan la vida del país y el crecimiento de la economía aún es insuficiente.
Peña Nieto reconoció que esos factores son “lo que agravia y afecta a los mexicanos” y “son problemas serios que hay que resolver”.
Al delinear los cinco ejes que marcarán los dos últimos años de su gobierno, señaló que los mexicanos “pueden estar seguros de que cumpliré con mi responsabilidad, sin reparar en consideraciones de popularidad personal o costos políticos”.
Para Peña Nieto, el cambio más importante es la reforma educativa, cuya prioridad será la instrumentación total en el país. Hasta esta fecha, informó, 450 mil aspirantes a docentes y 250 mil maestros fueron evaluados.
Los siguientes dos años sus objetivos también serán la lucha en contra de la pobreza; seguridad y la tranquilidad de los mexicanos; combate a la corrupción y el respaldo a la economía familiar.
Entre las cifras que destacó del cuarto año de gobierno se encuentra “la eliminación del cobro de la larga distancia nacional, así como la reducción del costo del teléfono, de las llamadas internacionales, del celular y de internet”.
Lo anterior, dijo, “ha ayudado a que 62 millones de personas hoy tengan internet, lo cual representa 21 millones de usuarios más que cuando empezó el Gobierno”.
En infraestructura, señaló que se han construido o modernizado 26 autopistas y 57 carreteras, con una longitud conjunta cercana a los cuatro mil kilómetros. Esto es equivalente a cuatro veces la distancia entre la Ciudad de México y Monterrey.