El Presidente Enrique Peña Nieto explicó a su homólogo de Estados Unidos, Barack Obama, que invitó al candidato republicano, Donald Trump para intentar que moderará su discurso en contra de México.
Tras su participación en la Cumbre del G-20 en Hangzhou, China, el mandatario nacional ofreció detalles de su encuentro con el mandatario estadunidense.
Peña Nieto consideró “que México está siendo parte del debate, como quizá no había ocurrido en otro momento y de manera hoy, inédita, en el debate de los candidatos por la Presidencia hacia los Estados Unidos”.
Por lo cual, calificó como legítimo que México explique a los aspirantes a la Casa Blanca “cuál es el papel que tiene México en la relación con los Estados Unidos, la relevancia que tiene esta relación, lo estratégico que es nuestra alianza para ambas naciones”.
Y a juicio del Presidente, “eso permita moderar, eventualmente, obtener una mayor información al posicionamiento que guardan los candidatos sobre nuestro país”.
Otro de los objetivos para acercarse a los candidatos a la presidencia estadounidense es “poner en relieve el enorme aporte que hacen los mexicanos que viven en los Estados Unidos, tanto de origen mexicano como de primera y segunda generación, que son más de 30 millones de mexicanos y que sin duda forman parte ya de una comunidad, que es una comunidad trabajadora, que aporta realmente al desarrollo de ese país”.
En su mensaje, el jefe del Ejecutivo abundó que Barack Obama “mostró toda la disposición y, obviamente, la gran voluntad para que sigamos trabajando en la ruta que hemos construido de estos acercamientos, de la agenda de trabajo que hemos venido trabajando ya, de tiempo atrás, y que definimos de forma conjunta ambos gobiernos”.
Sobre el G-20, afirmó que uno de los temas abordados es “buscar mecanismos que mitiguen los riesgos, ante el entorno volátil y complejo que está viviendo el mundo” en el ámbito económico.
Manifestó que los acuerdos alcanzados por las 20 economías más importantes del orbe, “inciden en el desempeño de las economías, en la estabilidad del sistema financiero, en asegurar el que se pueda hacer frente a escenarios complejos que hoy está viviendo el mundo en términos financieros ante una desaceleración de las economías del mundo”.
La volatilidad financiera global, dijo, “obliga a que se tomen medidas para que podamos asegurar que las economías del mundo puedan mantener una ruta de sustentabilidad, de desarrollo y de crecimiento, y ello depare condiciones de bienestar para nuestras sociedades”.