WASHINGTON. Decenas de Familiares de víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 protestaron hoy frente a la Casa Blanca para pedir al presidente Barack Obama que no vete la ley que les permitiría demandar a Arabia Saudita por su presunto papel en los ataques.
Obama ha adelantado que utilizará su poder de veto para frenar un proyecto de ley aprobado hace una semana en el Congreso que permitiría demandar a los saudíes por el papel que se le atribuye a altos funcionarios de ese país en la financiación de los atentados de Nueva York, Washington y Pensilvania, en los que murieron casi 3.000 personas.
“El presiente parece que va a vetar el viernes este proyecto de ley, y si lo hace se estará poniendo de parte de los saudíes y no de las familias (de las víctimas) del 11-S y del pueblo estadunidense”, declaró a EFE Jame Pasananti, cuyo padre murió en el desplome de las torres gemelas de Nueva York.
“No es que digamos que los saudíes sean culpables, pero queremos poder presentar nuestro caso y averiguarlo”, agregó.
Los familiares de las víctimas, reunidos en el parque Lafayette, frente a la Casa Blanca, pidieron a Obama que deje de jugar a la política con este proyecto de ley y de impedir que se haga justicia a aquellos que perdieron familiares en los atentados.
La legislación permitiría demandar al Gobierno saudí en tribunales estadunidenses y podría abrir la puerta a una oleada de demandas y peticiones de indemnizaciones por parte de las familias de los fallecidos.
“De lo que se trata es de conseguir justicia para mi hermana y para todas aquellas personas que murieron en los atentados, y que nadie tenga que sentir lo que nosotros sentimos cada día”, declaró por su parte Janet Carver, otra de las manifestantes.
En el senado el proyecto de ley cuenta con el apoyo de senadores republicanos y del senador demócrata de Nueva York Charles Schumer, quien cree que podrán conseguir los votos necesarios para revocar el veto presidencial.
El líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConell, dijo hoy que espera poder reunir los votos necesarios para invalidar el veto presidencial, para lo que se necesitan dos tercios de los votos de ambas cámaras del Congreso estadunidense, antes del receso de octubre.
La Casa Blanca argumenta que la posibilidad de demandar a otro país en tribunales estadunidenses podría dañar la relación bilateral con Riad, poner en peligro a sus diplomáticos y dar alas a demandas en otros países contra el Gobierno estadunidense.
Si el Congreso consigue reunir los votos suficientes, esta sería la primera ocasión en la que el Legislativo frustra el veto del presidente Obama. dmh