Para celebrar los 23 años de vida del PRD, el partido alista un festejo sobrio en el que el protagonista será Miguel Ángel Mancera, primer candidato externo de las izquierdas a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal.

 

A diferencia de los últimos años, donde la celebración de su aniversario ha sido desangelado y con poca convocatoria a causa de los pleitos de las tribus, para este año los perredistas preparan un acto protocolario en el que se refleje la unidad de las izquierdas rumbo al 1 de julio.

 

Las dirigencias nacional y local del PRD, junto con el equipo de Mancera, acordaron que el festejo será el próximo 5 de mayo a las 10 de la mañana en la Antigua Escuela de Medicina, en el Centro Histórico.

 

Sin embargo, para romper con la solemnidad, los perredistas organizarán esa misma noche un baile en el Salón Los Ángeles, en el que se prevé que Mancera comparta sus mejores pasos con la militancia del PRD.

 

De acuerdo con los organizadores del acto, el festejo será amenizado por grupos de merengue y de salsa como La Constelación.

 

En el 23 aniversario no está contemplada la participación del abanderado presidencial, Andrés Manuel López Obrador, debido a que no concuerda con sus actividades proselitistas que realiza a lo largo del país.

 

El año pasado, el festejo del aniversario del PRD fue encabezado por el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, quien aún mantenía sus aspiraciones a la candidatura presidencial de las izquierdas.

 

En esa ocasión tampoco se contó con la presencia de López Obrador y el acto fue solemne y en medio de las disputas entre las corrientes bejaranistas y Los Chuchos por haber anulado la alianza con el PAN para disputar la gubernatura del Estado de México.

 

Los perredistas ya comenzaron la distribución de las invitaciones, en las que retoman una imagen de los 90 donde aparecen juntos Andrés Manuel López Obrador y el tres veces candidato presidencial del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas.

 

Mancera no es militante del PRD, sin embargo, ha trabajado desde 2001 en administraciones del PRD en la capital del país.

 

 

Reducción de marchas… y obras, promete

 

Diálogo abierto con el gobierno federal para desactivar las marchas y plantones en la capital del país, prometió Miguel Ángel Mancera, candidato del Movimiento Progresista a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, al participar en un foro en el Tec de Monterrey, campus ciudad de México.

 

El ex procurador aseguró que es necesario tener diálogo con los manifestantes antes que elaborar leyes que prohíban las marchas por lo que, dijo, se trabajará en un protocolo con diversas autoridades.

 

El abanderado de la izquierda en el DF se comprometió también a eliminar el tandeo de agua potable en los próximos seis años.

 

Ante los estudiantes del Tec de Monterrey se comprometió a que en la ciudad ya no habrá “tantas obras”, ya que es momento de disfrutar la urbe.

 

“Las obras de gran calado y simultáneas ya se realizaron. Ya van a disminuir y sólo realizaremos las estrictamente necesarias”, afirmó.

 

Asimismo, comentó que se abatirá el analfabetismo a través de un programa de gobierno. “Vamos a hacer frente también al analfabetismo que hoy es del 2.1 por ciento en la ciudad, vamos a suscribir con autoridades universitarias los convenios para que más jóvenes tengan acceso a la educación”.

 

Mancera hizo un alto en su gira proselitista para reunirse con trabajadores de una construcción en Barranca del Muerto y celebrarlos en el día de la Santa Cruz.

 

El aspirante al gobierno se quitó la casaca de candidato y se mezcló entre los albañiles.

 

Luego de colocarse un casco de ingeniero, Mancera pidió una cerveza, se preparó unos tacos de carnitas y comenzó el festejo.

 

Mancera no contuvo el éxtasis y con una trabajadora abrió la pista. Para rematar tomó el micrófono y mostró sus dotes de cantante al ritmo de El Buki.

 

Más tarde, Mancera se reunió con organizaciones sociales como Los Panchos Villa en Coyoacán y se comprometió a respaldarlos para cumplir la demanda de vivienda; sin embargo, les pidió unidad en el proceso electoral para que puedan lograrse las metas.