En Boca del Río, Veracruz, fueron encontrados ayer por la mañana los cadáveres de tres reporteros gráficos, así como el de una ex publicista de un periódico regional de ese estado.
Con estos casos suman cuatro los periodistas asesinados en menos de una semana en esa entidad, y ocho los homicidios en contra de trabajadores de los medios de comunicación durante el sexenio del priista Javier Duarte.
Los tres reporteros fueron hallados descuartizados, con otras huellas de tortura y en bolsas de plástico. Habían trabajado en las secciones policiacas de distintos medios de comunicación veracruzanos y dos de ellos, anteriormente, habían recibido amenazas tras ser golpeados y retenidos por policías federales y estatales.
La Procuraduría General de Justicia de Veracruz confirmó la identidad de los comunicadores, cuyos cuerpos fueron encontrados ayer a las 10:00 horas en las inmediaciones de la colonia Las Vegas –ubicada en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río-, zona de la ciudad en que la violencia se ha incrementado en los dos últimos años.
La policía naval encontró en el interior de bolsas de plástico los cuerpos de los reporteros Gabriel Huge, Guillermo Luna y Esteban Rodríguez; el primero de ellos había trabajado en el periódico Notiver, mientras que el segundo laboraba en la agencia Veracruz News, y el tercero se había desempeñado como reportero y fotógrafo de la sección policiaca en el periódico A-Z.
En el mismo lugar y también en una bolsa negra, fue localizada Irasema Becerra, publicista del periódico El Dictamen.
La desaparición de los reporteros fue detectada por sus familiares desde las 15:00 horas del miércoles, por lo que comenzó la búsqueda entre los demás periodistas, quienes dieron aviso a las autoridades.
En menos de una semana, cuatro reporteros han sido asesinados en esa entidad, ya que el pasado sábado fue estrangulada en el interior de su domicilio en la ciudad de Xalapa, la corresponsal del semanario Proceso, Regina Martínez.
Al dar a conocer los homicidios de los periodistas y de la ex publicista, la Procuraduría de Justicia Estatal de Veracruz solicitó a la Procuraduría General de la República (PGR) atraer la investigación, por considerar que “por las características se presume la participación de la delincuencia organizada en la comisión de estos homicidios”.
Amenazas previas
Huge y Rodríguez habían denunciado amenazas por parte de autoridades federales y estatales en diferentes momentos.
El 23 de febrero de 2008, de acuerdo con la denuncia de los reporteros, un convoy de la entonces Policía Federal Preventiva que por su velocidad tiró desdela batea al piso a sus elementos, provocó la muerte de uno de ellos, Narciso Pérez Ventura. Los agentes detuvieron y golpearon a los entonces reporteros de periódico Notiver Gabriel Huges y Miguel López Solana, que llegaron al lugar a hacer la cobertura.
De acuerdo con el diario, los policías regresaban de declarar en los juzgados por el crimen de un ex agente de tránsito y en ese momento chocaron; cuadras más adelante, tiraron al agente y en ese momento llegó al lugar Gabriel Huge, a quien detuvieron, golpearon y se lo llevaron los comandantes Landín y Álvarez, denunció Notiver en ese momento.
Después de más de cinco horas, Gabriel Huge apareció en las instalaciones del Ministerio Público del fuero común, “escoltado por una treintena de elementos de la Policía Federal, quienes irrumpieron bruscamente, atropellando a familiares, autoridades y medios de comunicación ahí reunidos”.
“Con lujo de violencia y gritando insultos, los elementos de la Policía Federal bajaron a Gabriel Huge cubierto de la cabeza, mientras que los policías arrasaron con todos los que se encontraban frente de la agencia del Ministerio Público.
“Huge constantemente fue agredido por los federales con señalamientos como: ‘tú fuiste el culpable, contigo hemos tenido problemas’”, publicó entonces Notiver.
Para el 16 de febrero de 2010, Esteban Rodríguez –también asesinado ayer–, fue golpeado junto con el fotógrafo Víctor Hugo Yáñez Ramos, ambos del Diario AZ-Veracruz, por policías de la Secretaría de Seguridad Pública del estado (SSPE), cuando cubrían los eventos del penúltimo día del Carnaval de Veracruz.
De acuerdo con la información publicada entonces por Coatza Digital, ambos fotógrafos “tuvieron que ser rescatados por un grupo de brigadistas del Grupo Alfa 23 y otros comunicadores para evitar que los agentes siguieran golpeándolos a patadas y toletazos”.
Ambos reporteros fueron llevados al hospital de la Cruz Roja para ser atendidos de las lesiones, principalmente en el rostro, cabeza y costillas, y les rompieron su equipo fotográfico.
Huyen de Veracruz
En julio de 2011, tras el asesinato de Yolanda Ordaz y Miguel Ángel Vela, junto con su familia, los tres reporteros se escondieron, por las amenazas lanzadas contra distintos comunicadores.
Huge decidió renunciar a ese periódico y salió del Puerto de Veracruz, pero regresó en enero y trabajaba como fotógrafo freelancer.
En el caso de Esteban Rodríguez, quien había trabajado en la sección policiaca del periódico A-Z, también renunció, se escondió y hace más de cuatro meses regresó a Veracruz, pero ya no quiso trabajar en ningún medio de comunicación, sino que se empleó en un taller mecánico, en el cual se desempeñaba como soldador. Fue en ese sitio, donde fue secuestrado por hombres armados, el pasado miércoles.
Guillermo Luna trabajaba en la agencia Veracruz News, y había sido fotógrafo del periódico Notiver, aunque sus compañeros aseguraron que desde julio del año pasado, después de esconderse, al regresar a trabajar mantuvo un bajo perfil.
En Veracruz la presión de miembros del crimen organizado, principalmente, contra periodistas se ha incrementado, al grado de no poder publicar información básica sobre asesinatos, enfrentamientos o detenciones importantes, a menos de que las autoridades informen de manera oficial.
Este es el primer caso de reporteros asesinados cuyos cadáveres son desmembrados, además de que presentaban huellas de tortura
En el país han sido asesinados 94 reporteros del 2000 a la fecha: 68 durante el sexenio de Felipe Calderón y en el de Vicente Fox Quesada, 26. Además en ese mismo periodo de acuerdo con reportes de las organizaciones de Reporteros sin Fronteras y ArtículoXIX, han desaparecido 16 reporteros.