Santiago Tuxtla, Veracruz.- Le aprendió muy bien la alcaldesa panista Claudia Acompa al gobernador tricolor, Javier Duarte.

 

Solamente gana 50 mil pesos al mes, pero gasta como magnate: se transporta en autos último modelo, viste con prendas caras, come en buenos restaurantes de la capital, cambió su estilo de vida, y sus hijos ahora son príncipes. Y, claro, los contratos de adjudicación directa son la sangría del municipio, pero al mismo tiempo la fuente de ingresos de la esposa de quien también fuera primer edil: Raúl Sosa González.

 

 

Es conocida por su glamour como #LadyGucci y todo indica que los 46 millones de presupuesto anual los utiliza a su antojo, mientras la pobreza de sus gobernados ofende. Por si fuera poco, el dinero la convirtió en una modelo de pasarela: posa para portadas de revistas del corazón, que en sus interiores dejan ver que vive con estilo, rodeada de lujos y la pasa bien “chic” porque su maquillista es Alfonso Waithsman, que únicamente se ocupa de las estrellas. ¡Vaya tarea de limpia que tendrá que emprender el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares!

 

 

Guanajuato.- Ya viste la mansión de García Murguía, se preguntan en persona o por WhatsApp miles de persona en la zona del Bajío. ¿Quién es él? Pues nada más ni nada menos que el secretario general del Sindicato Regional de Autotransporte de Guanajuato Francisco Villa y, al mismo tiempo, el principal accionista de Taxitel.

 

Resulta que una investigación especial de Milenio nos informa que el “líder” construye un verdadero castillo, dentro de una propiedad de 120 hectáreas, que cuenta con cuerpo de agua artificial (lago), plaza de toros, caballerizas, alberca y jardines. ¿Y cómo es que este personaje se enriqueció de tal manera? La respuesta es sencilla: violando la ley -expresamente la ley de Movilidad de Guanajuato prohíbe la acumulación de concesiones de taxis para un solo particular, al ser un servicio público con la participación de privados- y con la complicidad de funcionarios públicos. Le debe una amplia explicación el gobernador Miguel Márquez Márquez a sus gobernados. Y, claro, que nadie se engañe, este escándalo llegará hasta 2018, cuando esté en juego la titularidad del Ejecutivo Local.

 

 

Michoacán.- ¿Y dónde está el gobernador Silvano Aureoles Conejo? Pues nadie sabe, porque Morelia -que dirige el presidente municipal Alfonso Jesús Martínez Alcázar– es un caos. Estudiantes de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo no lograron recuperar las instalaciones tomadas por rechazados desde hace mes y medio.

 

Enfrentamientos a palos y piedras es la escena de los últimos días en la capital, aderezada con las balas de goma y granadas con gas lacrimógeno que lanza la policía para dispersar las peleas a muerte. Por un lado, los ocupantes quieren un espacio para seguirse preparando, mientras que los aceptados quieren recibir clases, pero las aulas están cerradas.

 

Los empresarios aseguran que el perredista está completamente rebasado, ya que no puede con la seguridad ni con los problemas estudiantiles. Y aseguran a través de un texto, que lo leyeron en la Ciudad de México: “Quienes trabajamos, producimos y contribuimos puntualmente con nuestros impuestos, nos encontramos en un estado de fragilidad e indefensión ante estas acciones”. Ya hablan algunos de la posible solicitud licencia del amarillo.

 

Guerrero.- Aunque usted no lo crea, el ex gobernador Ángel Aguirre ya está de regreso. Se le vio, entre risas y tragos, recibiendo muchos abrazos en un restaurante de la costera Miguel Alemán, en el puerto de Acapulco -que comanda el presidente Evodio Velázquez-. Le hicieron muchas reverencias y le mostraron sus respetos a un hombre que debería estar en la cárcel. Mientras sufría la procuradora general de la República en el Senado de la República y explicaba sin convencer sobre las investigaciones del paradero de los 43 normalistas de la Normal Rural de Ayotzinapa, el ex mandatario comía mariscos, sonreía y anunciaba a los cuatro vientos que es intocable. ¡Viva México!

 

 

Huixquilucan.- Valiente se ha mostrado el alcalde Enrique Vargas: no aceptará la petición de los trabajadores sindicalizados de incrementar el gasto en 70 millones de pesos en prestaciones. Pero la pregunta es ¿no se le saldrá de las manos la negociación y con ello se paralizará el municipio? Ya lograron 6.5% de incremento salarial, al igual que despensas, pero, por ejemplo, los gastos funerarios no están presupuestados. Está muy tensa la situación política porque no se ha firmado el contrato colectivo de trabajo, a pesar de que estamos en octubre y los escritos ya están en los despachos del secretario Manzur y del gobernador Eruviel Ávila.

 

 

@GustavoRenteria

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