MOSCÚ. Las autoridades rusas cerraron hoy la oficina de Amnistía Internacional (AI) en Moscú, sin que los representantes de dicha organización de derechos humanos conozcan el motivo.
“La oficina de Amnistía Internacional en Moscú ha sido precintada”, escribió Serguéi Nikitin, director de AI, en su cuenta de Twitter.
Nikitin, que colgó una foto con el sello del Ayuntamiento en la puerta de la oficina, explicó a medios locales que arriendan el local directamente al Estado ruso y que siempre han pagado religiosamente el alquiler.
Los colaboradores de AI se toparon esta mañana con que la puerta carecía de cerradura y alguien había instalado una alarma para evitar la entrada en el local, mientras que en el teléfono que figura en el precinto no responden a las llamadas.
“Prohibido abrir el local sin la presencia de un representante del departamento”, reza el precinto municipal.
Amnistía Internacional, organización que únicamente tiene presencia en los países que la invitan formalmente, opera en dicha oficina desde hace 20 años.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo desconocer los motivos por los que la oficina de AI había sido precintada por el Ayuntamiento moscovita.
Nikitin criticó en su momento la controvertida ley promulgada por el presidente ruso, Vladímir Putin, que considera “agente extranjero” a todas las organizaciones no gubernamentales que reciben financiación exterior.
Algunas de esas organizaciones tuvieron que renunciar a becas y romper los contratos con clientes de otros países, lo que limitó en gran medida sus actividades.
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