La tranquilidad y la rutina de la vida cotidiana en Cuba a penas se alteró hoy tras conocerse la muerte de Fidel Castro, mientras que los ciudadanos de la isla expresan su pesar, admiración y orgullo por el líder de la Revolución, aunque también con expectativas de cambios para el futuro de la isla.
El tráfico en las calles de la capital cubana era el habitual y el ir y venir de la gente transcurría con absoluta normalidad este sábado después de que el presidente cubano, Raúl Castro, anunciara, al filo de la media noche en una alocución televisiva, el fallecimiento de su hermano Fidel, a los 90 años.
La sorpresa fue la primera reacción de las personas consultadas por Efe en La Habana, a primeras horas de la mañana, cuando muchos amanecieron con la noticia, aunque otros la recibieron a mitad de noche por llamadas de amigos y familiares.
Tamara, un ama de casa de 38 años, confesó estar “muy triste” porque Fidel “nos representó siempre”, a pesar de que el fantasma de su muerte siempre rondó desde que la grave enfermedad que le apartó del poder en 2006.
“Hay personas que una las inmortaliza”, añadió Tamara, quien piensa participar en el homenaje póstumo programado por las autoridades de la isla para el próximo lunes, en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana, donde al día siguiente está previsto un gran acto masivo.
La colombiana Verónica Altuzaga caminaba por la populosa y céntrica calle 23 habanera cuando comentó a Efe que se encuentra en la isla para filmar escenas de una película y cree que este suceso “consterna al mundo entero” pues “Fidel es una figura mundial y a los detractores y afines igual los toma por sorpresa”.
Los estudiantes de la Universidad de La Habana se reunieron la emblemática escalinata del centro docente para rendirle homenaje en el lugar donde Fidel dijo que se hizo revolucionario, según recordó Rogelio Carmnenate, alumno del Instituto Superior de Diseño.
Otros asistentes a la manifestación como Nelson Ayala y Vicente Díaz también apuntaron al estupor por la muerte del Comandante, que “evidentemente no se esperaba a pesar de que por cuestiones biológicas podría faltarnos en cualquier momento”.
“Es un día muy triste, perdimos a nuestro líder histórico, uno de los pilares de Latinoamérica y el Caribe, que a partir de ahora se va a multiplicar más en los jóvenes que somos parte de esta Revolución en la que vamos asumiendo responsabilidades importantes y vamos a ir teniendo el protagonismo que llevan estos nuevos tiempos”, señaló Ayala.
A solo unas manzanas Raúl Valdespino, un neurocirujano de 70 años, señalaba a Efe que Fidel Castro es “un líder indiscutible, desaparecido físicamente pero un estadista que vivirá eternamente en el pensamiento de los hombres con decoro y dignos en Cuba y cualquier otro país”.
Yarelis Hermida, estudiante de Historia de la Universidad de La Habana, de 22 años, también elogió al líder cubano a quien catalogó como un “paradigma no solo para los jóvenes cubanos sino para todo el mundo”.
Para María del Carmen González, de 56 años y empleada de una tienda estatal, la muerte de Fidel significaba para ella “una gran pérdida”, por tratarse de “un personaje histórico, genial, inteligente y todo un presidente”.
También consultado en la céntrica calle La Rampa, el joven Marcel Fleites, estudiante de Economía, consideró que al desaparecer físicamente Fidel Castro, “queda el hermano que mantiene su legado”, pero opinó que la revolución cubana necesita un cambio que “va a demorar un buen tiempo”.
El expresidente y líder de la Revolución cubana Fidel Castro murió la noche del viernes a los 90 años de edad, tras permanecer alejado del poder a causa de una enfermedad intestinal desde 2006 cuando delegó sus cargos a su hermano Raúl.
El Gobierno de la isla decretó hoy nueve días de luto por su muerte y anunció un programa de homenajes públicos antes de su entierro en el cementerio de Santa Ifigenia, en la ciudad oriental de Santiago de Cuba, considerada la cuna de la revolución que lideró Fidel Castro.