MELBOURNE. El artista plástico escocés Giles Walker llevó a las calles de la ciudad australiana de Melbourne otro de sus provocativos trabajos: un robot que baila en torno a un tubo.
El robot está hecho con piernas y brazos de maniquíes así como piezas de autos usados. Su cabeza es una cámara de televisión de vigilancia, y toda la pieza gira en torno a un tubo como si estuviera bailando.
Se trata de desarrollar la idea de voyeurismo y quien tiene el poder, si quien es visto o quien ve, que es lo que se encuentra en ese tipo de bailes, dijo a la Australian Broadcasting Corporation (ABC).
La pieza fue colocado en la parte trasera de una camioneta la cual recorrió las calles de la sureña ciudad australiana de Melbourne.
El robot fue un desarrollo de la creación de los inicios de la década pasada, cuando Walker quiso mostrar su posición acerca del “Estado vigilante”.
Eran los años en que Reino Unido era llamada la sociedad más vigilada del mundo porque había cámaras de televisión en todas partes a fin de detener el crimen, recordó.
Los conceptos artísticos de Walker han explorado diferentes situaciones sociales partiendo de la concepción de que los robots representan un futuro más eficiente o mejor.
Con esa concepción, el escocés nacido en 1946 que desarrolla el arte kinético, ha mostrado sus ideas acerca de los desempleados, los sin casa y los trabajadores sexuales.
Entre sus obras figura un robot sin techo en 2010, el cual creó luego de grabar durante seis meses conversaciones que sostuvo con personas que carecían de donde vivir.
Con las grabaciones programé el robot para que las reprodujera cada vez que alguien pasara frente a él, dijo a la ABC.
La ironía es que un robot sin techo reúne multitudes que se enteran de las historias a través de él, pero no de una persona real que carece de techo, indicó.
OR