WASHINGTON. El presidente de EU, Barack Obama, expresó ayer por primera vez públicamente su apoyo al matrimonio homosexual y rompió así su silencio tras la presión de los últimos días para que se pronunciara sobre un asunto que se prevé decisivo para decantar el voto en las elecciones de noviembre.

 

“He concluido que es importante para mí dar un paso adelante y afirmar que creo que las parejas del mismo sexo deberían poder casarse”, indicó Obama en el Despacho Oval en una entrevista concedida a la cadena de televisión ABC.

 

Obama, quien buscará la reelección en noviembre, se ha convertido así en el primer presidente estadunidense en respaldar públicamente el matrimonio entre personas del mismo sexo.

 

Como candidato presidencial demócrata en 2008 Obama dio su apoyo a las uniones civiles entre personas del mismo sexo, pero expresó su oposición al matrimonio. No obstante, a finales de 2010 comentó que su postura sobre el tema “estaba evolucionando”.

 

La presión para que el presidente aclarara su postura acerca del matrimonio homosexual había aumentado en los últimos días, sobre todo a raíz de comentarios de miembros de su Gobierno a favor del tema.

 

El vicepresidente de EU, Joe Biden, dijo que se siente “cómodo” con que las parejas del mismo sexo se casen y el secretario de Educación y amigo personal de Obama, Arne Duncan, expresó su respaldo explícito al matrimonio homosexual.

 

Pese a que una treintena de estados tienen enmiendas constitucionales para prohibir el matrimonio homosexual como la aprobada en Carolina del Norte, las encuestas reflejan que cada vez hay más estadunidenses a favor de que las parejas del mismo sexo puedan casarse.

 

Durante su mandato Obama ha abolido la norma conocida como “Tú no preguntes y yo no te cuento”, que prohibía que los homosexuales que admitieran serlo formaran parte de las Fuerzas Armadas.

 

En la entrevista de hoy anotó que inicialmente pensó que la aprobación de uniones civiles sería suficiente para la comunidad homosexual y que, además, tenía en mente “tradiciones muy arraigadas y creencias religiosas muy poderosas”.

 

La decisión de dar un paso más en favor de la comunidad homosexual, con cuyo apoyo ya cuenta, puede tener consecuencias electorales y le puede llevar a perder votos entre los independientes y entre los demócratas más conservadores.