Entre “la lluvia de ideas” de empresarios, funcionarios, ex Presidentes, analistas, investigadores, observadores et al, sobre lo que México debe hacer ante las amenazas del presidente Donald Trump, destacan las de aquéllos que sugieren que no hay que ser catastrofistas, ni mucho menos apanicarnos.
Hay que esperar que amaine la hiperactividad del “loquito pata suelta” de la extrema derecha norteamericana, quiso decir Carlos Slim, para quien México es tan relevante como Estados Unidos, al grado de que el muro fronterizo tendría que ser construido por mexicanos debido a su experiencia en la mano de obra nacional. ¡Y eso a qué viene!, exclaman los perplejos.
El ex presidente Ernesto Zedillo, quien durante su sexenio empezó a “disfrutar las mieles” del Tratado de Libre Comercio, dice que no tiene caso negociar dicho acuerdo, salvo que Trump presente temas específicos, lo que “es un escenario poco viable”, por lo que lo más prudente sería asumir que el Presidente de Estados Unidos mataría al TLC”. ¡Que la “boca se le haga chicharrón a Zedillín!, exclaman sus detractores. Ya “matamos a la gallina de los huevos de oro negro” (muerte a la que él contribuyó porque “no supo cómo hacerle” para salvarla) y ahora declara “in articulo mortis” al tratado que representa para México más de 500 mil millones de dólares al año.
Según Zedillo, México lograría sobrevivir sin TLC, pues éste es sólo una herramienta que ha resultado excelente, pero no la única. “México puede crear nuevas condiciones que pueden mantener, e incluso mejorar, nuestra posición como un buen lugar para que las compañías globales inviertan en nuestro mercado”. ¿Y mientras qué hacemos, doctor?, preguntan los observadores.
Pues no hay de otra más que mantenernos como muéganos, coinciden en señalar todos los que han opinado sobre tan espinoso asunto, y esperar a que el Presidente loquito se dé cuenta que “la está regando”, y los consumidores norteamericanos, incluyendo a los que votaron por él, lo “echen a patadas”. Mientras eso ocurre, hay que leer el libro que escribió Trump durante su campaña, titulado: Crippled America: how to make America great again, para conocer su forma de pensar, y que se vende en todas las tiendas Sanborn’s. ¡Ay, ingeniero, usted siempre buscando la manera de hacer negocio!, acotan los malosos.
Agenda previa
Pues finalmente, el “líder” del PRI logró que los aspirantes y suspirantes a la gubernatura del Estado de México mantuvieran la “línea, unidad y disciplina”, por lo que designó a Alfredo del Mazo como el “candidato de unidad”. Al igual que hace seis años, los analistas políticos bisoños se volvieron a equivocar. En esta ocasión unos apostaban que sería Ana Lilia Herrera y otros que Carlos Iriarte. Tal vez se les olvidó que hace seis años, cuando Eruviel Ávila amenazó con “chaquetear” pasándose a las filas de otro partido si no era el elegido en lugar de Del Mazo, Enrique Peña Nieto le dijo a este último, palabras más, palabras menos: “Te lo firmo y te lo cumplo” que tú serás el candidato para 2017.
Ahora falta ver si Del Mazo es capaz de ganar la elección, en donde todo parece indicar que la rival a vencer será Josefina Vázquez Mota, “Pina” para Felipe Calderón y sus cuates.
Para el líder del PAN, la “señito Jose” es la más honesta y transparente; muy respetada y querida dentro y fuera del PAN. Es sumamente competitiva, en las encuestas va adelante y en caso de ser considerada, ganaría…”. ¡Disculpen a Ricardito Anaya, no sabe lo que dice!, podrían comentar “la pinche Sota” (Josefina dixit), y Felipe Calderón que odia a “la flais”.