La creciente deuda de la Ciudad de México nos llevará a mediano o largo plazo a la quiebra y más cuando los ingresos de la capital registran a tasas decrecientes, aseguró el diputado local panista Andrés Atayde Rubiolo, quien estimó prudente analizar un cambio de estrategia.
El presidente de la Comisión de Hacienda de la Asamblea Legislativa capitalina expresó que para 2016, el saldo de la deuda pública del Gobierno de la Ciudad de México alcanzó la cantidad de 76 mil 460 millones de pesos.
Según el gobierno capitalino, a septiembre de 2017, el saldo de la deuda pública de la ciudad se situó en 77 mil 84.9 millones de pesos.
La evolución del saldo se debió a que, en dicho mes, se realizó la emisión de un certificado bursátil por dos mil millones de pesos y el pago de amortizaciones por un monto de mil 374.7 millones de pesos, lo cual derivó en un endeudamiento neto de 625.3 millones de pesos.
En adición, ello generó un endeudamiento nominal de 0.8 por ciento y un desendeudamiento real de 3.4 por ciento respecto al cierre de 2016. Por lo anterior, la capital del país presenta un apalancamiento sostenible y en rangos manejables en comparación con otras entidades federativas.
El techo de endeudamiento neto correspondiente al ejercicio fiscal 2018 fue de cuatro mil 500 millones de pesos; sin embargo, ante la incertidumbre de los recursos necesarios para atender los daños generados por el sismo del pasado 19 de septiembre, fue necesario ampliar la solicitud en mil millones de pesos.
Atayde Rubiolo calificó de temerario seguir endeudando a la capital del país, porque se está hipotecando el futuro de las próximas generaciones y recordó que hace dos años la Secretaría de Finanzas justificó que la deuda de la Ciudad de México era viable por dos razones: uno, que la tasa de interés se encontraba en mínimos históricos y dos que la deuda permitía generar un stock de capital que representaba un rendimiento mayor al costo financiero de la deuda.
Sin embargo, dijo que actualmente la tasa de interés vigente es casi del doble que la teníamos hace dos años, ya que la tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio, la TIE, pasó de 3.29 por ciento a 7.38 por ciento.
Sobre la generación del stock de capital, señaló que bajo su política de gasto la Hacienda de la Ciudad ha caído en un “peligrosísimo círculo vicioso”.
El diputado local del PVEM, Xavier López Adame, expuso que el servicio de la deuda está creciendo de manera preocupante y precisó que desde 2016, el financiamiento crediticio ya no fue suficiente para pagar dicha deuda, por lo que el incremento en las tasas de interés invita a cambiar la estrategia.
ERM