Al menos cuatro jugadores del equipo campeón del Super Bowl, los Patriotas de Nueva Inglaterra, han rechazado asistir a la reunión que, año tras año, los ganadores de la NFL tienen con el presidente de los Estados Unidos.

 
El primero en deslindarse de la visita fue Martellus Bennett, quien afirmó en una rueda de prensa que la gente sabe cómo se siente respecto de la presidencia de Trump: “¡Te amo México!”, comentó el ala cerrada.

 
El linebacker Dont’a Hightower expresó el miércoles que él ya ha estado en la Casa Blanca, cuando su equipo colegial del estado de Alabama ganó el campeonato de la categoría.

 
Mientras tanto el safety Devin McCourty declaró en una entrevista que “con un presidente con tantas opiniones y prejuicios tan fuertes, creo que ciertas personas pueden sentirse aceptadas allí, mientras que otras no”.

 
Tanto Bennett como McCourty recibieron atención pública el otoño pasado cuando levantaron sus puños durante la reproducción del himno nacional en un juego como señal de protesta contra la opresión racial en su país.

 
La actitud de los mencionados jugadores contrasta con la de Tom Brady, Bill Belichick y el propietario de la franquicia Robert Kraft, todos los cuales han expresado en algún momento cercanía con Trump.

 
El propio presidente de los Estados Unidos declaró que tanto el mariscal Tom Brady como el entrenador Belichick respaldaron su campaña presidencial, aunque éstos nunca lo hicieron explícitamente. Por su parte, Robert Kraft ha dicho que considera a Trump como un viejo amigo.

 

 

Frase
“No me siento aceptado en la Casa Blanca, esa es la razón básica de mi negativa”, Dont’a Hightower, ala cerrada de los Pats

 

 
Y podrían ser más…

 
El running back James White, quien anotó el touchdown de la victoria durante el Super Bowl LI, aseguró que “todavía no decide” si cumplirá con la visita o no; los Pats podrían llegar a la Casa Blanca sin más de cinco jugadores