Dijo el subsecretario de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional de la Sedesol, Javier García Bejos: “El gran reto que tenemos es empezar a ver a la política social cada vez más alejada del clientelismo y asistencialismo… hay que dejar de ver a la política social como si fuera la fabricante número uno de votos para una expresión política”.
Y sugiere que la única manera de vencer juntos a la pobreza, primero, y después a la desigualdad es trabajando, y siempre encontrando, a partir de la observancia de la ley y el Estado de derecho, el mejor camino para fortalecer esta lucha que nos convoca a todos”.
Días después, su jefe, el secretario Luis Miranda, prácticamente le respondió: “Tienes razón, pero mientras encontramos la manera de sustituir la ‘fábrica de votos’ por algo más efectivo, ai te van algunos datos para que vean cómo funciona la maquinaria electoral: 500 mil mexicanos reciben un millón de raciones diarias en más de cinco mil 200 comedores comunitarios, atendidos por 65 mil voluntarias. Liconsa tiene más de nueve mil 800 lecherías, donde la leche se vende mucho más barata, a 5.50 pesos el litro contra 15 ó 17 pesos de la competencia. Se duplicó el número de municipios donde la leche Liconsa está disponible a un peso el litro, de 150 a 300 municipios”.
Los programas de la Sedesol acompañan a uno de cada tres jóvenes en México para darles un apoyo durante sus estudios. Todos los jóvenes de Prospera que concluyen su educación media superior cuentan ya con una beca universitaria para continuar sus estudios.
Se han impulsado 33 mil proyectos productivos que benefician a casi 189 mil productores. Se han otorgado 13.6 millones de jornales a personas en situaciones económicas adversas.
Apoyo a 359 mil mujeres que han sufrido algún tipo de violencia o están en riesgo. Más de 329 mil niños atendidos en estancias infantiles que favorecen el desarrollo de la niñez y la inclusión laboral de sus padres.
Prospera apoya a 6.7 millones de familias con mejor alimentación, salud y educación. Un mejor futuro para uno de cada tres jóvenes mexicanos. Más de seis millones de familias encabezadas por una madre, aseguradas en esta administración. Capacitación a 48 mil artesanos que preservan las tradiciones y patrimonio cultural de nuestro país.
Más de cuatro mil vehículos, embarcaciones y mulas (de cuatro patas) distribuyen productos básicos en las tiendas Diconsa de todo el país. Más de 6.4 millones de beneficiarios mejoran su alimentación con leche fortificada Liconsa.
Promover el desarrollo integral y plena inclusión de siete millones de personas con discapacidad.
En esta enorme “fábrica de votos”, más de medio millón de contralores en todo el país velan por la transparencia de los recursos, tienen muy vigilados los programas, verifican su buena marcha y están listos para denunciar las irregularidades. ¡Qué alivio!
Agenda previa
La semana pasada, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a través del Servicio de Administración Tributaria, la Unidad de Inteligencia Financiera, la Procuraduría General de la República, la Procuraduría Federal del Consumidor y Petróleos Mexicanos (Pemex) anunciaron, con bombo y platillo, que habían llevado a cabo un operativo para suspender actividades de siete gasolineras de varias ciudades del país, que presuntamente operaban con irregularidades en la comercialización y despacho de combustibles, así como diversas inconsistencias fiscales.
Pero como casi siempre ocurre en esos operativos, no agarraron a ningún “pez gordo”, sino a puros “charalitos”.