Washington.- El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, aseguró hoy que nunca dijo al presidente, Donald Trump, que su antecesor, Barack Obama, hubiera ordenado grabar sus conversaciones en su Torre de Manhattan (Nueva York) durante la campaña presidencial.

 

Las declaraciones de Sessions hoy dejan aún más solo a Trump, quien tendrá que defender en solitario las acusaciones que hizo sin pruebas contra Obama en la red social Twitter.

 

En un tuit publicado a comienzos de mes, el presidente acusó a Obama de “hacer que se ‘pincharan mis teléfonos’ en la Torre Trump” de Nueva York, donde el magnate vivía y trabajaba durante la campaña electoral de 2016.

 

“No he hablado con el presidente de eso, ni con la gente que investiga el caso”, afirmó hoy Sessions en respuesta a preguntas de la prensa durante una visita a Richmond (Virginia) para conversar con la policía local sobre sus esfuerzos para combatir el crimen.

 

El pasado 2 de marzo, Sessions anunció que se apartaba de la investigación de su departamento sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones de noviembre para dañar con ataques cibernéticos a la excandidata Hillary Clinton y favorecer al ahora presidente, Donald Trump.

 

Sessions, uno de los hombres más cercanos a Trump, tuvo que apartarse de la investigación después de que salieran a la luz unas polémicas reuniones que mantuvo con el embajador ruso en Washington, Sergey Kislyak, durante la campaña presidencial y cuando Sessions formaba parte del Comité de Servicios Armados del Senado.

 

Lo que más polémica generó fue que Sessions no reveló sus conversaciones con el embajador ruso durante una audiencia en el comité judicial del Senado para ser confirmado como fiscal general.

 

Actualmente, el FBI y los comités de inteligencia del Senado y de la Cámara de Representantes están investigando la supuesta injerencia del Gobierno ruso en las elecciones de noviembre.

 

Después de sus acusaciones contra Obama, Trump ha pedido al Congreso que analice también cualquier posible vigilancia ordenada por Obama, como parte de su investigación sobre la intervención del Kremlin en los comicios.