Se realizó la junta anual de la National Football League y los propietarios de la liga votaron la solicitud de cambio de sede presentada por Raiders. Con un total de 31 votos a favor y uno en contra, confirmaron el flete de los malosos a una entidad que, en el mote, le acomoda a la perfección: la ciudad del pecado.

 

 

El único dueño que votó en contra, Stephen Ross (propietario de los Delfines de Miami), argumentó su negativa en que “les debemos a nuestros aficionados hacer todo lo posible para quedarnos en las comunidades que nos han apoyado hasta que todas las opciones hayan sido agotadas”.

 

 

Las Vegas fungirá como nuevo hogar de la franquicia albinegra, equipo que dejará Oakland después de dos décadas de desarrollo ahí, mismos que vieron su fin por la frustrada iniciativa de construir un estadio que se adaptara a las necesidades del conjunto y sus seguidores; el dueño Mark Davis intentó concretar la financiación de un recinto deportivo en Oakland, pero al no ser viable analizó otras opciones y Las Vegas resultaron el lugar ideal, luego de que un grupo de legisladores de Nevada aprobara un fondo público de 750 millones de dólares para levantar el coloso que albergará a Raiders.

 

 

La nueva cueva malosa tendrá un domo, su creación costará cerca de 1.7 billones de billetes verdes y todavía está bajo proceso de diseño, por lo que estaría lista hasta 2020.
La buena noticia para los seguidores de Raiders en San Francisco es que permanecerán en Oakland de dos a tres campañas más.

 

 

“Mi padre siempre dijo que la grandeza de los Raiders está en su futuro. Y esa grandeza está más cercana con la oportunidad de construir un estadio de clase mundial”, externó Mark Davis luego de recibir la aprobación para mudar a su equipo.
Cero y van tres…
Esta mudanza será la tercera en la historia de la franquicia malosa. En 1981 los Oakland Raiders se cambiaron a Los Ángeles, donde encararon 12 temporadas para finalmente, en 1995, regresar a Oakland

 

 

Número
22 temporadas consecutivas han jugado los Raiders sobre el césped del Oakland-Alameda County Coliseum