Las bolsas europeas se contagiaron este lunes de la desconfianza que invade a Wall Street desde la semana y que se agudizó el viernes, con la primera gran derrota del presidente Donald Trump en su intento por reemplazar el plan sanitario de su predecesor. Al margen de esta tendencia, el mercado bursátil mexicano hiló este lunes su segundo máximo histórico.
En su tercera jornada de incrementos, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) estableció un nuevo nivel récord luego de que el viernes pasado terminó por arriba de los 49 mil puntos por primera vez en su historia; ayer llegó a las 49 mil 312.99 unidades.
A este comportamiento en nuestro país contribuyeron los reportes sobre las exportaciones mexicanas, que aumentaron 8.0% durante febrero y el buen dato del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), que superó las expectativas de los analistas.
En tanto, Wall Street continuó de capa caída con el cierre en rojo de su principal índice, el Dow Jones de Industriales, que acumuló ocho días de números negativos, una mala racha que no se veía desde 2011. Ayer, llegó a caer hasta 200 puntos, aunque al final estrechó el margen al cerrar 45 enteros por debajo del viernes.
El parqué neoyorquino sigue decepcionado por la primera gran derrota del presidente de ese país, que el viernes pasado se vio forzado a retirar su propuesta para reemplazar el plan de salud de Barack Obama, al no contar con el apoyo necesario en el Congreso.
El viernes, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, tras admitir el revés dijo que la continuación del Obamacare hará mucho más difícil el camino para que prospere la reforma fiscal que propone Donald Trump. Según la propuesta, con la cancelación de ese programa se esperaba un ahorro de unos 337 mil millones de dólares entre 2017 y 2026, lo que daría margen al gobierno para reducir impuestos.
Banco Ve por Más destacó que el sector de cuidados de la salud en la bolsa de Nueva York se ubicó entre las principales alzas; mientras que las pérdidas más relevantes se observaron en el sector financiero, que se esperaba que se viera mayormente beneficiado ante una reforma fiscal.
Este fracaso para el republicano fue uno de los protagonistas de su campaña electoral, por lo cual pone de manifiesto la falta de apoyo que sufre Trump por parte de algunos miembros de su propio partido.
Por ello, los inversores, que esperan ansiosos las reformas fiscales que Trump también prometió en repetidas ocasiones, dudan ahora que el mandatario pueda cumplir con sus compromisos que pretenden impulsar la economía del país.
Los números rojos también se manifestaron de nueva cuenta en la mayoría de las principales bolsas de valores europeas, contagiadas por el desánimo entre los inversionistas estadunidenses.
Su popularidad, por los suelos: Gallup
La reacción negativa de los mercados bursátiles coincidió este lunes con la publicación de un nuevo sondeo de la firma de opinión pública Gallup en Estados Unidos, según el cual el fracaso del plan reforma de salud de los republicanos sumergió la popularidad del presidente estadunidense al nivel más bajo de su mandato, de apenas 36%.
Desde que asumió el poder su popularidad no ha logrado rebasar 50%, y el fiasco de la reforma sanitaria, que puso en evidencia las divisiones dentro de su propio partido, tuvo el efecto de colocarlo por debajo de los mínimos históricos de Barack Obama y William Clinton.
La encuesta refleja el promedio de popularidad de Trump en el periodo del 24 al 26 de marzo, es decir a partir de la derrota de la propuesta republicana de reforma de salud e incluido el fin de semana siguiente.
Se trató de un descenso de cinco puntos porcentuales en relación con el periodo de tres días previo al fracaso de la reforma sanitaria, cuando su popularidad se encontraba en 41%.
Hasta el momento el punto más alto de su popularidad fue de 46% en la semana posterior a su toma de poder, el 20 de enero. Su nivel más bajo hasta antes del traspié por la reforma de salud había sido de 37% en el periodo de marzo 16 al 18.
Por comparación, el punto más bajo de la popularidad de Barack Obama fue del 38% en 2011, dos años después de asumir la presidencia como el primer mandatario afroamericano.
En el caso de William Clinton, su mínimo histórico de popularidad fue en el verano de 1993, cinco meses después de asumir el poder.
En contraste, George W Bush, Ronald Reagan, Jimmy Carter, Richard Nixon, Lyndon Johnson y Harry Truman han tenido niveles más bajos de popularidad que Trump aunque no tan al inicio de sus mandatos.