La Organización Mundial de Comercio (OMC) determinó hoy que Estados Unidos discriminó a México al excluir la entrada de su atún bajo las reglas de “Dolphin Safe”, mientras que permitió el acceso del atún de otros países.
El fallo, que corona más de dos décadas de litigio entre Estados Unidos y México, determinó que las acciones estadunidenses modificaron las condiciones de competencia en el mercado estadunidense “en detrimento” de los productos de atún mexicano.
“El panel de apelaciones encontró que la medida (de Estados Unidos de excluir el atún mexicano pescado con lance de redes sobre delfines) no es justa en la manera en que encara el riesgo derivado de otras técnicas de pesca en diferentes océanos”, señaló.
Aunque los embargos atuneros iniciados en 1991 fueron abrogados en 1997, la reglamentación estadunidense “Dolphin Safe” (Delfín a Salvo) impide la comercialización plena del producto en Estados Unidos.
La queja original de México ante la OMC argumentó que la reglamentación, que prohíbe portar la etiqueta al atún pescado en el océano Pacifico Oriental, creaba obstáculos innecesarios al comercio e incentiva depredar los ecosistemas.
La etiqueta es reglamentaria desde 1990, como respuesta a las decenas de miles delfines que mueren durante la pesca del atún con redes.
Pero desde la década pasada México redujo -con un programa internacional de pesca del atún y conservación del delfín- las muertes accidentales de esa especie a niveles “biológicamente insignificantes”, según la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT).
El representante en Washington de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) de México, Mario Aguilar, consideró el fallo del panel de apelaciones de la OMC como una reivindicación para México y un triunfo para los delfines y otras especies, así como para el medio ambiente.
“No sólo avala como sustentable la pesca de atún con delfines, sino que cuestiona severamente otras pesquería porque no tienen las mismas medidas de protección como nosotros”, dijo en entrevista con Notimex.
“En contraste se mostró que la pesca que Estados Unidos denomina Dolphin Safe es discriminatoria, porque no cuida ni a los delfines y no atiende la mortalidad que hay en otros mares contra otras especies”, señaló.
En 2008 el 92 por ciento de los lances sobre atunes asociados con delfines no ocasionó mortalidad ni heridas graves a éstos últimos y la mortalidad total de ellos en la pesquería ha disminuido de unos 132 mil en 1986 a unos mil 200 en 2008 –un 0.01% de la población-.
En contraparte, los métodos alternativos de pesca del atún conocido como Aparatos Agregadores de Pescados (FADS) han sido denunciados por la muerte colateral de otras especies marinas, lo cual según grupos ecologistas es dañino para esas especies y sus ecosistemas.
El Instituto Isla de la Tierra de San Francisco, promotor de los embargos atuneros, reaccionó con cautela ante el fallo, aunque dijo no estar contento con la determinación de que Estados Unidos discriminó a México.
El portavoz de Isla de la Tierra, Mark Palmer, dijo a Notimex que su organización buscará estar involucrada en el proceso de arbitraje entre Estados Unidos y México, y realizando consultas con la Casa Blanca y el Congreso.
Con la emisión del fallo, Estados Unidos debe presentar una propuesta para resolver las inconsistencias encontradas por el panel de apelaciones de la OMC, a fin de que sea avalado por México.
Aunque legalmente ese proceso puede demorar 14 meses, fuentes cercanas al proceso dijeron a Notimex que no hay impedimento para que pueda arreglarse en cuestión de semanas.
Hasta que no exista un acuerdo mutuamente satisfactorio entre México y Estados Unidos, el atún enlatado de exportación a Estados Unidos se seguirá vendiendo sin la etiqueta Dolphin Safe.
Hasta el momento ese atún ha sido excluido por las grandes comercializadoras como Starkist y Bumble Bee, por lo que el atún de marcas mexicanas se expende mayoritariamente en mercados étnicos de la comunidad hispana de Estados Unidos.