El cáncer de piel es una lesión maligna que se presenta en la epidermis y su causa principal es la exposición al sol como resultado de que el organismo absorbe las radiaciones y no las elimina, informaron médicos del IMSS. Rodrigo Madrigal, dermatólogo del Hospital General Regional (HGR) número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana, señaló que este mal se puede evitar disminuyendo las actividades bajo la luz solar.
Para atender esta enfermedad, dijo, el Instituto Mexicano del Seguro Social cuenta con diferentes tipos de tratamiento que van desde retirar la lesión con láser hasta la cirugía y procedimientos con radioterapia o quimioterapia.
El especialista dermatólogo del IMSS, explicó que existen tres tipos de cáncer en la piel: carcinoma epidermoide, melanoma maligno y el menos agresivo, carcinoma basocelular. Este último, es un lunar de color café o negro que en ocasiones se ulcera y sangra, aunque es 100 por ciento curable. Sin embargo, es probable que provoque deformación del sitio en que aparece, de acuerdo con el aspecto clínico y del tejido que lo compone.
El carcinoma epidermoide también se presenta como lunar en forma de bolita que crece muy rápido; en ocasiones parece una coliflor, puede sangrar o presentar ulceración. Si al momento de revisar y palpar la lesión, ésta se presenta endurecida, es posible que haya infiltración y el tumor se encuentre bajo la piel y sea invasivo.
El melanoma maligno es un lunar muy negro que tiene bordes irregulares de crecimiento rápido; puede sangrar, ulcerarse, no se ve infiltrado, pero es necesario tomarle biopsia y remitirlo al departamento de oncología para prescribir el tratamiento adecuado.
En la actualidad el carcinoma basocelular es más frecuente en gente joven, ya que se asolean demasiado al punto de quedar con la piel enrojecida, tratando de obtener una piel bronceada. Esto ocasiona que las radiaciones sean absorbidas por el organismo, lo que puede desencadenar lesiones malignas, explicó el galeno.
Por ello exhortó a la población que ante la aparición de cualquier bolita o lunar en la piel, con crecimiento rápido, sangrado o incluso, una úlcera, acuda con el dermatólogo para ser valorado y que se prescriba el tratamiento correspondiente.
Todos los lunares que aparezcan en la piel deben ser revisados para conocer si son benignos o malignos, recomendó. Debido a que no hay síntomas, es de vital importancia observar cualquier cambio en los lunares por mínimos que sean y utilizar protectores solares, finalizó el doctor Madrigal.