Los apuros del serbio Novak Djokovic, segundo favorito, para imponerse a Gilles Simon, y la eliminación de Jo-Wilfried Tsonga a manos de su compatriota Adrian Mannarino, marcaron la jornada en el Masters 1000 de Montecarlo, donde la armada española perdió tres piezas.

 

 

 

Un Djokovic atípico se impuso a Simon, por 6-3, 3-6 y 7-5. Se vio un serbio errático, serio y sin ritmo a partir del cuarto juego del segundo set (6-3 y 2-1), y sufrió para imponerse a Simon, que llegó a contar, en la tercera manga, con un favorable 5-4 y su servicio.

 

 

 

Djokovic, que va por la parte baja del cuadro donde está el español Rafael Nadal, hasta ese momento parecía cansado, incluso se empezó a tocar un hombro en el segundo set, y vio como Simon le jugaba mucho a su revés.

 

 

 

Pero al galo, que de las anteriores once confrontaciones entre ambos sólo se había impuesto en la primera, (Marsella 2008), se le empezó a acalambrar el brazo, y eso no lo perdonó la calidad de Djokovic.

 

 

 

Le bastó subir un poco el tono de su juego, tanto como bajo el de su rival, para que Djokovic, que tras igualar 5-5 pidió irónicamente el apoyo de un público que parecía volcado con Simon, se apuntase los tres siguientes juegos y se llevase un partido que tuvo muy complicado de ganar.

 

 

 

Si Djokovic supo reaccionar a tiempo, quien no lo hizo fue Tsonga, séptimo cabeza de serie, y que cayó ante Mannarino, procedente de la clasificación, que se impuso por 6-7 (3), 6-2 y 6-3.

 

 

 

Feliciano López, en primera ronda, se impuso al ruso Daniil Medvedev, por 7-6 (6) y 7-5, en dos horas. Fue el único de los cuatro españoles en liza este martes en ganar su partido.